miércoles, 31 de mayo de 2017

Alfredo del Mazo, el cómodo de Atlacomulco, no apto para el gobierno

SOCIEDADES DE PENSAMIENTO… “La mejor venganza es ser diferente a quien causó el daño” Marco Aurelio .
Por Carlos Monroy Hermosillo • Poder dinástico contra poder popular. Toluca, Estado de México; a 31 de mayo del 2017, año del cambio de régimen.-Impulsado a la gubernatura del estado de México, por una presidencia de la República debilitada, y Enrique Peña Nieto en el más bajo nivel de aceptación de que se tenga memoria (70%), sumido en intrigas palaciegas, traiciones y agobiado por el pago de facturas, la candidatura de su primo Alfredo del Mazo Maza está a punto de irse al despeñadero en el Estado de México. Desde un principio fue evidente un encontronazo de PRI vs PRI, en un capítulo más de Kramer vs Kramer, cuando su equipo de campaña se convirtió en una especie de muégano entre grupos que pronto entraron en conflicto como los eruvielistas, peñistas y del propio del Mazo, que terminaron por dinamitar su candidatura. Pero el mayor enojo viene de la percepción del poder que se tiene en el grupo Atlacomulco, como si dimanara de una dinastía de reyes o emperadores, y, en cuyo caso, el PRI y sus gobiernos son utilizado para garantizar la extensión del linaje y los grandes negocios al amparo del poder (Higa, OHL, Odebrecht etc.). Alfredo del Mazo me hace recordar la historia de Cómodo el romano (180-192), hijo del gran Marco Aurelio, apodado el sabio, quien lo eligió como su sucesor, solo por el hecho de ser su hijo, sin tomar en cuenta que no tenía las cualidades para ser un buen emperador. Resultó ser una pésima elección, pues fue cruel, “un pequeño monstruo en crecimiento”, descuidó las funciones de gobierno (como Alfredo lo hizo en su paso por Huixquilucan) y, como su nombre lo indica, fue convenenciero, amante de la comodidad y el regalo. Cómodo dejó en manos de un “liberto”, Cleandro, las funciones de gobierno, quien tuvo un enorme poder como Chambelán y llevó a las instituciones y los principales cargos del Estado a un nivel de corrupción jamás visto en la época, incluyendo al propio Senado, vendiéndolos al mejor postor y haciendo grandes negocios, como con los granos que llegaban a Roma, los cuales almacenó paro especular con ellos y el hambre de los romanos, asunto grave que trajo la peste y la mortandad de miles en el imperio. La situación provocó una nueva guerra civil y el enfrentamiento de las masas contra el poder imperial. Cualquier semejanza con la actualidad mexicana y el enfrentamiento latente entre el poder dinástico encarnado en el grupo Atlacomulco, contra el poder popular, es mera coincidencia. Como el poder emana de un solo punto, cualquiera que quiera tener acceso a ese poder debe ser cercano. De llegar a ganar ¿Quién sería el Cleandro de Alfredito?

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