• El evento fue organizado por la Secretaría General, a
través del Espacio Cultural San Lázaro
• Conciertos, presentación de libros y charlas con especialistas, formaron parte de este festival
En el último día del Festival de Música Mexicana del Siglo
XIX, segunda edición, “Recuerdos en las sombras de otros tiempos”, que organizó
la Secretaría General, a través del Espacio Cultural San Lázaro, se presentó el
libro “Los surcos de la memoria”, el cual transporta al contexto de “El
Porfiriato”.
La obra, de los autores Francisco Fernando Eslava Estrada,
María Natalia Bieletto Bueno, Alejandra Delgado Díaz, Sergio Daniel Ospina
Romero y Camilo Raxá Camacho Jurado, es un aporte a la comprensión del orbe
fonográfico como una red construida a partir de negociaciones y apropiaciones
constantes entre saberes y prácticas locales y foráneas.
En el Museo “Sentimientos de la Nación” del Palacio
Legislativo de San Lázaro, el historiador especializado en investigación sobre
música y sociedad, Antonio Ruiz Caballero, explicó que el libro contiene un
breve texto de la fonografía de Francisco Rivas, una presentación de María
Teresa Frenk y un prólogo de Juliana Pérez González.
A lo largo de sus 6 capítulos los autores abordan el tema
desde un enfoque entrecruzado de los estudios sonoros, la etnomusicología y la
historia; revela una gran variedad de fuentes susceptibles para historias los
sonidos grabados a partir de principios del siglo XIX, cilindros y discos,
catálogos, prensa escrita, fotografías, entre otras.
En suma, es una obra de gran relevancia para los estudios
sonoros en México, para la historia de la música, de los grupos subalternos y
de la cultura popular, así como para las empresas fonográficas y la ciencia y
la técnica de nuestro país, dijo.
La historiadora Luisa del Rosario Aguilar resaltó que el
libro no solo llena un vacío historiográfico con innumerables hallazgos que
permiten acercarse a los años de “El Porfiriato” desde la perspectiva de las
sonoridades y prácticas auditivas generadas por la posibilidad de registrar y
reproducir el sonido, sino que se ocupa de uno de los elementos fundamentales
de la música, que es la escucha.
Los autores, expresó, muestran con gran detalle distintos
aspectos de la práctica de grabación sonora, desde los cilindros de cera
firmados por Morales Cortázar hasta las grabaciones comerciales de finales del
siglo XIX y principios del siglo XX en cilindros de cera y discos de
pasta.
En las páginas de esta obra, afirmó, se encuentra el origen
de la vida sonora de la ciudad y guarda las historias de los pioneros de la
industria del fonograma. “Este libro es una invitación a leer para
escuchar”.
A su vez, el autor Francisco Fernando Eslava Estrada
mencionó que “Los surcos de la memoria” es el primer libro que habla de la
temática de cómo el fonógrafo y gramófono pasaron de ser cajas de magia o
hechicería a convertirse en los impulsores del nacimiento de la industria de la
grabación en nuestro país.
El texto aborda los acontecimientos desde la perspectiva de
la historia social y cultural, ya que los sectores subalternos se espantaban al
escuchar estos aparatos y creían que “tenían el diablo adentro”, mientras que
la clase acomodada les otorgaba estatus de modernidad, al ser la única en poder
adquirirlos. Resaltó que el fonógrafo y gramófono repercutieron en la historia
de la comunicación, la ciencia, y otros tópicos.
Instrumentos y Organología en el México Decimonónico
Posteriormente, en la tercera charla de “Instrumentos y
Organología en el México Decimonónico”, especialistas expusieron respecto a la
venta, restauración y distribución de productos musicales durante el siglo XIX.
El investigador de la Universidad de Guanajuato, Víctor
Hernández Vaca, recordó que el estudio de instrumentos musicales se realiza a
partir del análisis de la práctica, la creación, producción, talleres y
espacios donde se comercializan, actividad a la que se le denomina
etnolaudería, y permite clasificar, estudiar, ordenar y leer los instrumentos
para conocerlos.
En su participación, la especialista en Musicología, Luisa
del Rosario Aguilar Ruiz, explicó que la venta de instrumentos musicales en la
Ciudad de México, durante el siglo XIX, se llevaba a cabo principalmente por
los franceses y alemanes, quienes ofrecían pianos, cornetas, pistones,
trombones, requintos, flautas finas, clarines de caballería, partituras, entre
otros.
Asimismo, los lauderos Daniel Guzmán Vargas y Salvador Soto
abordaron los temas “Restauración de la guitarra séptima del Museo de
Arqueología e Historia de Huichapan, Hidalgo” y “Ecos del XIX en una extraviada
guitarra séptima parachense de principios del XX”, en donde narraron la
importancia de estos instrumentos.
Conciertos
En este festival, se ofreció a los asistentes los conciertos
“Guadalajara Decimonónica: Un acercamiento a la música de salón y religiosa de
la capital jalisciense”, a cargo del tenor Fernando Daniel Nieves Camacho y el
pianista Javier Ulises Cervantes Figueroa, así como “Desde la Alameda: Música
popular mexicana”, por el ensamble de la Orquesta Típica de la Escuela de Artes
de Jalisco.
A través del piano, el salterio, el violín, el cello y el
acordeón, los asistentes hicieron un recorrido de las piezas musicales
populares durante el siglo XIX, las cuales destacan el patriotismo, la
festividad y la vocación religiosa de aquella época.
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