· Más allá de la pandemia Global de la Covid-19, lo natural, el ir a la introspección y como gobierno, todavía más por la confianza de la gente depositada en las urnas.
Por Mario Ruiz Hernández
VALLE DE MÉXICO, a 31 de diciembre del 2020.- En este cierre del apocalíptico año 2020, resulta importante dejar todo aquello que causó conflicto en la vida personal y también en la pública.
Este lapso de tiempo, siempre será recordado por muchos evidentemente por la Pandemia Global de la Covid-19, y todos sus efectos en salud, económicos y sociales, de entre otros.
Al final, destacar todo el Ejército de Trabajo del sector Salud, que siempre ha estado y continúa en la primera línea de contagio, salvando vidas.
Sin embargo, y al rendir tributo a justamente todos ellos, por su entrega, pasión y vocación de servicio con el prójimo y en el contraste, “guardar el minuto de silencio”, a quienes partieron de este plano.
En cada lugar, sitio y espacio de trabajo, así como en la comunidad misma donde socializan sinnúmero de personas, la frase fúnebre del “Qué en Paz Descanse”, llevarnos esos hermosos momentos.
Con relación a los gobiernos municipales que, de alguna y otra forma han hecho lo necesario para contener la propagación del Virus llamado SARS-CoV-2, rendir el homenaje póstumo a las víctimas del coronavirus, de manera general o individual con sus compañeros de precisamente trabajo.
Es claro que, la Emergencia Sanitaria nos ha conducido a una “Nueva Normalidad”, debido a los distintos protocolos de salud a aplicarse entre la sociedad y asumir la responsabilidad que conlleva.
Este último Día del 2020, reflexionar e ir a la introspección además de la Pandemia, y para quienes tienen una responsabilidad pública, el a sincerarse del deber cumplido o a cumplir.
Es importante el asunto, porque de los resultados personales trascender en lo colectivo, a las grandes expectativas generadas antes, y en el transcurso de ser gobierno.
La hipótesis a despejar nada sencilla, y más lo serán cuando hay situaciones de seguir culpando al pasado, y por salud pública, no podemos quedarnos en ese escenario de los buenos y los malos.
El país, el estado o el municipio, tampoco está en estos momentos para seguir polarizando a la sociedad y después resulta la fatal crisis de credibilidad del ejercicio de la política y la partidocracia.
Hoy por hoy, no obstante al “Nuevo Régimen Político”, sigue la total y drástica tendencia de desconfianza ciudadana y bastante tiene que ver con la actuación quizá e igual de siempre.
Lo anterior y analógicamente en el ejercicio del poder público, en el que de alguna forma demasiados han sido parte de este “Sistema o Estado de Cosas”.
Claramente, y es natural las visiones de Estado y de concebir la realidad que nos asiste de manera diferente, a cada quien su estilo de gobernar, lo importante son los resultados y hay que darlos.