- Existe un dinámico intercambio comercial que
asciende a tres millones de dólares por minuto, destaca el senador.
El presidente de la Junta de
Coordinación Política del Senado, Eduardo Ramírez Aguilar, aseguró que el
Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) es el pilar de la
política comercial de los tres países de la región, así como la punta de lanza
para modernizar su planta productiva.
Durante el Foro virtual “A tres
años del T-MEC, perspectivas para México y la región”, el coordinador
parlamentario de MORENA subrayó que el proceso de integración económica de
América del Norte ha entrado en una nueva fase al cumplirse tres años de la
entrada en vigor del tratado comercial.
En ese sentido, destacó que es
uno de los tratados comerciales más avanzados del mundo, pues permitió a México
y a sus socios generar una mayor integración y competir en mejores condiciones
dentro de la economía global.
“El Senado de la República jugó
un papel central, tanto en la definición del texto, como en el proceso para su
aportación y posterior ratificación, lo que facilitó su puesta en operación el
1 de julio de 2020”, enfatizó.
A tres años de su entrada en
vigor, sostuvo el legislador, el balance es positivo, pues ha sido un elemento
clave para la recuperación de la economía tras la pandemia por COVID-19, así
como para mejorar la resiliencia de las cadenas de suministro regionales.
“Hoy existe un dinámico
intercambio comercial que asciende a tres millones de dólares por minuto, lo
que refleja la profunda integración existente en amplios sectores. La industria
automotriz, es probablemente la actividad regional más integrada, es una prueba
contundente de este dinamismo”, puntualizó el líder de la mayoría
legislativa.
En tanto, Kenneth Smith Ramos,
socio de la consultora AGON, destacó que hay una diversificación de los países
que invierten en México, principalmente asiáticos, el cual está anclado en la
certeza jurídica del T-MEC, pues brinda confianza a los inversionistas de que
hay un libre comercio a largo plazo.
Christopher Sands, director del
Instituto de Canadá del Wilson Center, aseveró que el acuerdo comercial fue una
apuesta ganadora de los tres gobiernos, pues el comercio regional presenta un
crecimiento continuo tras el fin de la pandemia, al registrar un crecimiento de
27%, respecto al 2019.
A su vez, Kathleen Claussen,
profesora de la Universidad de Georgetown, remarcó el papel del Mecanismo
Laboral de Respuesta Rápida, el cual permite que uno de los tres gobiernos
promueva el cumplimiento de las normas laborales de alguna de las otras
naciones para evitar violaciones a los derechos laborales.
La presidenta de la Comisión
Especial para dar Seguimiento a la Implementación del T-MEC, Claudia Ruiz
Massieu Salinas, alertó que no estamos exentos de que la dinámica política del
2026 busque generar presiones en la revisión del tratado, por lo que urgió a
blindar el acuerdo para evitar que esto suceda.
Olga Sánchez Cordero, presidenta
de la Comisión de Justicia, puntualizó que, derivado del T-MEC, en México se
instauraron los Tribunales Laborales en México y cuestionó si la falta de
gobiernos progresistas podría afectar los derechos de las y los
trabajadores.
La senadora Gina Andrea Cruz
Blackledge, presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores América del
Norte, denunció que el Sistema Nacional Anticorrupción y la Comisión Federal de
Competencia Económica aún tienen vacantes en puestos importantes, a pesar de
que ambos organismos son ejes fundamentales para la implementación del tratado
comercial.
Al respecto, la senadora Nuvia
Mayorga Delgado indicó que México es uno de los mayores importadores de maíz del
mundo; sin embargo, recordó que el gobierno de nuestro país busca eliminar
herbicidas y aplicó un aumento del 50 por ciento al arancel del maíz blanco,
por lo que pidió usar el T-MEC para evitar que aumente el precio de este
producto básico.
El senador Gustavo Madero Muñoz,
del Grupo Plural, señaló que el acuerdo sólo se centra en lo comercial, pero es
necesario compartir mayores compromisos por la defensa de la democracia, de los
derechos humanos y del medio ambiente, como se hace en la Unión Europea.
Rafael Espino de la Peña,
presidente de la Comisión de Estudios Legislativos, informó que México y
Estados Unidos tienen un acuerdo que cumplirá 80 años, en el que intercambian
agua a través de diversos ríos fronterizos, por lo que pidió analizar la regulación
del recurso hídrico dentro del tratado, principalmente debido a la reciente
escasez de agua en la frontera.