•Al municipio “lo changarrizaron”, pero no hay y de tiempo
atrás las grandes expectativas para recuperar su grandeza
•Pese a que la demarcación lideres las aportaciones al Edoméx
con el 18.4% del PIB, con continúa cuesta arriba en términos de pobreza social.
Por Mario Ruiz Hernández
Naucalpan, Méx. septiembre del 2023. –Luego de las Fiestas
Patrias del 213 Aniversario del inicio de la Independencia de México, lo
interesante es el regresar a la realidad que nos ocupa.
En ese orden, el seguir trabajando por recuperar Naucalpan y
volver trascender en el concierto nacional a consecuencia de su actividad
productiva, el comercio y los servicios.
Asimismo, el continuar abriendo oportunidades en diversas
ramas en el fomento y el desarrollo económico, y mantener las expectativas de
crecimiento, certidumbre y confianza en las inversiones.
Naucalpan tiene que ir progresando al ritmo de las actuales
circunstancias del país, modernizando sus procesos administrativos y
facilitando precisamente todo tipo de inversiones.
El nicho de oportunidad que representa Naucalpan es
impresionante y no se limita sólo al “changarrismo”, el futuro es promisorio si
el gobierno municipal fortalece además su gestión.
Es decir, en los temas de desarrollo social, gestión del
territorio, organización y servicios públicos, los cuales tienen un impacto
directo en la calidad de vida de la población.
De igual forma, en el fortalecimiento de la capacidad
financiera y reducción de la deuda a efecto de tener margen de maniobra.
Lo anterior, tras lo dramático del millonario pasivo público
y privado que dejó la administración pasada.
Naucalpan dedica su actividad económica principalmente a la
construcción, la industria manufacturera, el comercio, los servicios
inmobiliarios y de alquiler, entre otras actividades.
Naucalpan insistimos, tiene que fortalecer también sus
capacidades institucionales para prestar servicios de calidad, brindar
seguridad jurídica y económica.
Los desafíos del Naucalpan de hoy son demasiados, y habrá
que enfrentarlos de la mejor manera posible,
El municipio demanda una serie de básicos, de obras de alto
contenido y rentabilidad social, pero también un crecimiento económico, que
tenga la capacidad efectiva de generar recursos.
Hoy por hoy es una realidad el desarrollo de nuevos campos
económicos, el sector servicios, con plazas comerciales, bancos y restaurantes,
no obstante, y de tiempo atrás como que no hay la utilidad social reflejada en
obra pública, en la recuperación de la infraestructura urbana e hidráulica.
Los déficits verdaderamente son notables, y como que no
apreciamos para cuando podemos superarlos, siendo un municipio que aporta el
18.4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) al Edomex.
Por otra parte, registramos al año 2010 un porcentaje de
pobreza importante y que era de 32; en 2015 subió a 37; y para el 2020, se
elevó al 42.6.
En números totales, se trata de 382 mil 170 personas con 1.5
carencias en promedio. Sin embargo, existe también la población que tiene más
que solo una o dos carencias y se halla más al fondo: en pobreza extrema, la
cual también aumentó.
En 2010, el 3.9 por ciento de la población en el municipio
tenía tres o más carencias; para el 2020 se trató del 4.9; es decir hay 43 mil
598 habitantes de Naucalpan en pobreza extrema.
El sistema de medición también contempla la pobreza
moderada, en la que se hallan más de 338 mil personas, con un promedio de dos
necesidades básicas que no logran satisfacer.
De acuerdo a los resultados del 2020 publicados por el
Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) se
refleja un mayor porcentaje de personas en situación de pobreza, que
actualmente alcanza al 42.6 por ciento de los Naucalpenses y al 2023 poco ha
variado.
La pobreza social según las cifras del 2020 del CONEVAl
señala que más de la mitad de su población cuenta con ingresos inferiores a la
línea de pobreza por ingreso, es decir, un ingreso por debajo del valor mensual
total de la suma de la canasta alimentaria y de la canasta no alimentaria por
persona.
En 2021, el valor de la canasta alimentaria urbana pasó de
$1,713.89 (diciembre 2020) a $1,901.66 (diciembre 2021), incrementó 11.0%,
mientras que el valor de canasta alimentaria rural pasó de $1,306.48 (diciembre
2020) a $1,463.43 (diciembre 2021), incrementó 12.0%: CONEVAl. Aparte, un 17
por ciento de la gente tiene un ingreso inferior a la línea de pobreza extrema.
Cabe mencionar que la medición de la pobreza se define de acuerdo a las diversas carencias sociales que existen en una determinada población: acceso a la salud, calidad y espacio de vivienda, servicios básicos, acceso a la alimentación nutritiva, acceso a la salud, etcétera.