* La depresión puede afectar hasta a un 25% de las personas diagnosticadas con esta enfermedad: Lilia Urbina.
* Comisiones se declararon en reunión permanente para continuar el análisis de la iniciativa de Ley de Fomento y Protección del Maíz Nativo y sus Variedades.
Debido a que diversos estudios médicos determinan que la depresión puede afectar hasta un 25% de las personas que padecen cáncer, la Comisión de Salud, Asistencia y Bienestar Social del Congreso local aprobó, por unanimidad, que la Coordinación del Sistema Estatal de Salud, dependiente de la Secretaría de Salud, diseñe, implemente y promueva programas de atención psicológica dirigidos a quienes padecen esta enfermedad, durante el tiempo que dure el tratamiento.
En sesión presidida por el diputado Alfredo Quiroz Fuentes (PRI), las y los integrantes de la comisión coincidieron con legisladora Lilia Urbina Salazar (PRI), autora de la iniciativa de reforma al Código Administrativo de la entidad, en que se trata de un elevado número de personas que no reciben un tratamiento adecuado.
De acuerdo con estudios publicados por la Gaceta Mexicana de Oncología, padecimientos como la depresión generan una mayor morbilidad, estancias hospitalarias más prolongadas y una menor capacidad emocional para enfrentar la enfermedad y el tratamiento. Actualmente, la depresión es reconocida como la alteración clínica con mayor frecuencia entre personas con diagnóstico de cáncer.
En México no se permite la siembra de maíz transgénico desde 2013
Las Comisiones de Protección Ambiental y Cambio Climático y de Desarrollo Agropecuario y Forestal, presididas por la diputada María Elida Castelán Mondragón (PRD) se declararon en reunión permanente para continuar el análisis de la iniciativa de Ley de Fomento y Protección del Maíz Nativo y sus Variedades, propuesta por el diputado Max Agustín Correa Hernández (Morena).
Lo anterior después de que el especialista del Instituto de Investigación y Capacitación
Agropecuaria, Acuícola y Forestal (ICAMEX), Juan Carlos Arroyo García, informó que, en el país, desde 2013 se aplica un embargo precautorio que impide la siembra de maíz transgénico y facilita la siembra de maíces nativos.
El servidor público consideró que la iniciativa requiere de un mayor estudio, toda vez que la materia es de orden federal, abrir más bancos comunitarios de germoplasma implica un impacto presupuestal, no es posible garantizar una reserva estratégica de maíces originarios porque pierden algunas propiedades con el tiempo y los productores deberían tener derecho a elegir que semillas sembrar toda vez que el maíz nativo rinde menos que los híbridos.
Llamó la atención sobre algunos aspectos de la iniciativa que se prestan a la confusión, como referirse a organismos genéticamente modificados y modificados por otras técnicas científicas, cuando las modificaciones pueden ser naturales y éstas no tendrían por qué prohibirse.