El presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales,
Juan Ramiro Robledo Ruiz (MORENA), explicó que se busca conocer las
experiencias sobre la implementación de la urna electrónica, qué seguridad
tiene y con qué métodos se puede dar confianza a los actores, tanto
autoridades, votantes y partidos políticos; sus costos y si pudiera desplazar
al procedimiento ordinario tradicional de la recepción del voto, así como en
qué países se ha utilizado.
Indicó que las aportaciones de las y los especialistas serán
útiles en la discusión en “este intento de ejercicio de parlamento abierto,
otra tarea que la asamblea legislativa tiene pendiente y que no sabe usar bien.
Entre nosotros discutimos, pero hay que escuchar y traer lo que escuchamos para
darle un consenso que nos permita convertirlo en propuesta de reforma legal.
Para eso estamos”.
Manifestó que éste es un tema recurrente y que las reformas
constitucionales requieren varias condiciones para convertirse en realidad,
“pero en materia electoral, además, se requiere que haya un entorno político,
un impasse que permita el diálogo y que, para bien, concluya”.
Destacó la importancia de profundizar en aspectos como si
sería posible impugnar el resultado de la urna electrónica, con qué medios
procesales y cómo se reconstruiría el desarrollo de toda la jornada, encerrado
en una urna electrónica.
Consideró que todas las opiniones construyen una conclusión,
pero será la norma la que permita construir el programa para llegar a este tipo
de voto, por lo que se requiere de un consenso que se convierta en una
propuesta de reforma constitucional. “Independientemente de lo que decida esta
Cámara, tarde o temprano los medios tecnológicos llegarán a los procesos
electorales. En un futuro muy próximo estaremos haciendo uso del voto
electrónico o por medio del Internet”.
La diputada del PRI, Cristina Ruiz Sandoval, se pronunció a
favor de las innovaciones que generen una mejor disposición de recursos, “pero
para que esto suceda y podamos utilizar herramientas que permitan ser más
eficaces y efectivos, debemos tener un INE fortalecido, del que nos sintamos
seguros y en el que todos sintamos confiabilidad”.
La diputada Susana Prieto Terrazas (MORENA) dijo que es
necesario reformar las leyes para que todo sea más efectivo y precisó que
México tiene la democracia más costosa del mundo. Destacó la importancia de
conocer, en términos ecológicos y económicos, la diferencia del costo entre el
voto emitido en papel y el de las urnas electrónicas.
El diputado Santiago Torreblanca Engell (PAN) dijo que se
dará mayor certeza si el elector ve el voto impreso, pero no lo puede tocar, y
cayera en la urna, “porque se corre el riesgo de que se lo lleve y podría haber
una discordancia entre las boletas extraídas de la urna y las personas que
votaron, lo que podría ser una causal de impugnación”.
El diputado Armando Gómez Betancourt (PVEM) refirió que la
reforma electoral es fundamental, urgente y necesaria. Es indispensable atender
este tema para devolverle al ciudadano la posibilidad de tener un Instituto
fortalecido. Solicitó información sobre si la reforma es amigable con el tema
de la tecnología y si considera que la urna electrónica es algo que reduce los
costos y es más efectiva.
Intervención de especialistas
El ex consejero del Instituto Nacional Electoral (INE),
Marco Antonio Baños, dijo que el voto electrónico es viable si se aplica
correctamente. Planteó analizar un diseño que aborde las mejores prácticas y no
descartarse como opción para hacer más eficiente el ejercicio del voto
ciudadano, para abatir los despliegues logísticos costosos por la impresión y
distribución de millones de boletas.
Beatriz Eugenia Rodríguez Villanueva, consejera electoral
del Instituto Electoral de Coahuila, dijo que la urna electrónica se ha
implementado en Coahuila desde 2005. Explicó que se trata de un dispositivo
para registrar de forma inmediata el sentido del voto y tener resultados
finales de manera inmediata al término de la jornada electoral. Destacó que el
costo y su implementación deben ser paulatinos. “En las últimas elecciones se
han utilizado 50 urnas electrónicas, lo que implica el uno por ciento de los
votos que se recolectan y es muy poco”.
Daniel Mora Ortega, secretario de Actualización Legislativa
de la Federación Mexicana del Colegio de Abogados, afirmó que se deben medir
los riesgos y tener una legislación específica. Consideró que una reforma
secundaria debe contemplar mecanismos para la inscripción en el Padrón
Electoral. “Se debe pensar en cómo se pondrán en la ley los mecanismos para que
se instale, opere y sobre los supuestos de anulación individuales y votación
recibida por casilla o centros de votación”.
Vía Zoom, Milagros Otero Parga, catedrática de Filosofía y
Teoría del Derecho de la Universidad de Santiago de Compostela, afirmó que el
voto electrónico es posible, pero para implementarlo se necesitan consensos
políticos; “quizá eso sea lo primero que se tenga que alcanzar y para
conseguirlo es necesario analizar los beneficios y las desventajas que ofrece
un nuevo sistema”. Indicó que se debe contar con los medios que comprueben la
identidad del votante, que el sufragio sea libre y una sola vez y que cumpla
con idénticos requisitos de fiabilidad que el voto manual actual.
Alejandro Ricardo Femat Flores, investigador titular de la
División de Matemáticas Aplicadas del IPICYT, señaló que, aunque el derecho al
voto es fundamental, también los es la garantía de datos personales, sobre todo
los que son sensibles. Se debe contar con cuatro elementos de seguridad, como
lo es la protección de datos personales sensibles, identificación del votante y
casilla, integridad, trazabilidad y disponibilidad del dato, lo que incluye la
custodia digital del voto, así como ciberseguridad ante ataques y amenazas
Mónica Macías Guel, consejera electoral de la Junta Local
del Instituto Nacional Electoral de San Luis Potosí, comentó que entre las
ventajas de utilizar urnas electrónicas está que facilita el voto y agiliza el
proceso de votación, no puede hackearse ya que no están conectadas a Internet,
generaría ahorros en el gasto de material electoral y son
ecológicas.
Jaime Miquel Castañeda Salas, coordinador de asesores de
MORENA ante el Consejo General del INE, señaló que hay muchos aspectos del
proceso electoral, aparte de los experimentos que se han hecho con las urnas
electrónicas, en las que se pueden instrumentar las tecnologías de la
información, cuya vía no puede estar peleada con la capacidad de verificar y
que el ciudadano sea dueño del documento que expresa su voluntad.
Respuestas a legisladoras y legisladores
Al responder a los cometarios de las y los legisladores,
Marco Antonio Baños expresó que los resultados de las elecciones por este medio
se pueden impugnar y los tribunales deben tener facultades para determinar los
comicios en los que lo que valga sea el software; también, en el caso de
problemas técnicos, se podrían impugnar, pero no se podría reconstruir el
camino voto por voto porque vulneraría el principio de secrecía.
Beatriz Eugenia Rodríguez destacó la importancia de
socializar el uso y aplicación de la urna electrónica en escuelas, partidos y
diversos ámbitos, antes de que inicien los procesos electorales para que la
ciudadanía esté más familiarizada con ella. Añadió que su implementación abona
a los costos ecológicos de los procesos electorales pues, aunque implica una
inversión fuerte, se puede utilizar hasta 10 o 12 años y su costo, comparado
con el del papel, honorarios, funcionarios de casillas en una votación
tradicional, conlleva un ahorro significativo económico y
ecológico.
Daniel Mora Ortega puntualizó que hay condiciones técnicas,
políticas y sociales para realizar un desarrollo tecnológico electoral. “Creo
que el voto en Internet es factible”.
La catedrática Milagros Otero Parga afirmó que no hay duda
que el voto electrónico se va a imponer. “Voto en urna electrónica y a través
de Internet sí, pero es importante que antes de ver los costos económicos, se
vea dónde están los problemas, los errores y las dificultades del por qué no
vota la gente, y una vez que consigamos explicar la importancia de votar,
entonces estaremos en mejor situación de ver qué medio técnico utilizamos”.
Jaime Miquel Castañeda dijo que existe un problema de
certeza que debe reflexionarse “desde el punto de vista de la objetivización
del voto y las características que nos distinguen como país”. Estimó que lo más
importante no es hablar de cultura de desconfianza, sino del costo social de
instrumentar un mecanismo electrónico de votación. Agregó que la urna
electrónica va perdiendo ante el Internet, porque el problema de votar desde un
dispositivo sigue siendo el mismo: compra, coacción y desde dónde se ejerce el
voto.