Por: Arturo Víquez
Toluca / Estado de México
Ineficiente gestión administrativa del gobernador Alfredo Del Mazo Maza en 22 meses que lleva al frente de la gubernatura, donde los más de 17 millones de mexiquenses siguen esperando que cada uno de los integrantes del gabinete, cumpla su compromiso estricto con la integridad y la ética pública, con la preparación adecuada y la visión de estado, para crear y generar acciones que rindan resultados fuertes y contundentes; tal cual lo mencionara en su primer discurso después de tomar protesta de ley.
El sexenio 2017-2023 ha sido ausente, opaco, ajeno al discurso, a las demandas ciudadanas, de altibajos, sin resultados concretos, al grado que se ha hecho merecedor a una calificación reprobatoria en este primer cuarto de gestión gubernamental, aún y cuando desde aquel viernes 15 de septiembre de 2017 Del Mazo subrayó que sería el primero en exigir “un gobierno con decisiones firmes y resultados fuertes, para construir desde las diferencias y avanzar a partir de las coincidencias”.
Como no ha cumplido a la sociedad que habita en los 125 Ayuntamientos el guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la particular del Estado de México y demás disposiciones que de ellos emanan y desempeñar con lealtad, eficiencia y patriotismo, el cargo de Gobernador, hoy diferentes sectores de la población se lo están demandando.
Aquel señalamiento en el Congreso Local mexiquense donde manifestó que se entregaría por completo a los ciudadanos, iniciando “un gobierno cercano, que escuche, respete y tome en cuenta todas las voces”, para consolidar un Estado de instituciones fuertes, ha quedado muy lejos de ponerlo en práctica y de la realidad.
El gobierno que encabeza el ex Alcalde de Huixquilucan en este sentido ha sido opacado por los nulos resultados otorgados por sus 18 Secretarías de estado –dos de estas de reciente creación-, que no han dado respuestas tangibles en estos más de 680 días de gestión gubernamental, con la que no ha podido terminar con la indiferencia que la sociedad observa sobre los asuntos públicos, como se comprometió.
Al no lograr este objetivo, no puede definir a esa generación que tanto subrayó destacaría por la firmeza de sus decisiones, al grado de proponerse trascender por varias generaciones; la omisión de información y ausencia por parte de integrantes de su gabinete en acontecimientos trascendentales, ubicando al gobierno que preside como blanco de críticas que ningún funcionario ha salido a desmentir o aclarar; tomando una actitud evasiva en hechos que debieron esclarecerse y darse una postura oficial al respecto.
De igual forma, este sexenio es indiferente y comparsa de los actos de los presuntos actos de corrupción en los que se han visto inmiscuidos diversas Secretarías y Direcciones gubernamentales, sobresaliendo la Secretaría de Salud y el Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios (ISSEMyM); que desde el momento que se conoció el quebranto financiero de ambas áreas, fue preciso construir la mentada “alianza institucional y permanente en contra de la corrupción y la impunidad”, como lo destacó en su momento Alfredo Del Mazo.
En este sentido se debió impulsar la transparencia y la rendición de cuentas en las dependencias que agonizan ante la falta de presupuesto para brindar en el primer caso, el servicio que la población requiere y en el segundo, que por ley les corresponde a los trabajadores sindicalizados que cada quincena contribuyen con sus cuotas de manera directa vía nómina.
Aquella frase que resaltó el ex Diputado Federal “mi gobierno ‘no’ tolerará actos de corrupción que dañen a nuestra sociedad”, la cual no ha puesto en práctica a pesar de que se ha señalado a los posibles culpables del desfalco en la anterior administración, sin proceder de manera jurídica; y aquella justicia pronta de la que subrayó, se está volviendo una justicia tardía que a decir de él, nunca es justicia.
En el caso del ISSEMyM es irresponsable y contradictoria la actitud adoptada por el Ejecutivo mexiquense quien por un lado anuncia a los servidores públicos el incremento del 3.5 por ciento en las cuotas de este instituto de seguridad y por el otro como en el caso del sector magisterial su aumento salarial fue de 3.35 por ciento; con lo que estarían perdiendo más que ganando y ese gobierno responsable que emprendería Alfredo Del Mazo Maza sólo quedó en el discurso.
El Gobernador del Estado de México desde hace 96 semanas destacó que iniciaría un gobierno de renovación y transformación gubernamental, basándose en el diálogo para construir y construir para avanzar; diálogo y coordinación que se vislumbra no perdura entre quienes integran la administración 2017-2023.
Cabe hacer mención que diferentes sectores y espacios públicos, políticos y sociales han reprobado al Estado de México -el más poblado de la República Mexicana-, en el rubro de seguridad, calificándolo como la entidad más insegura para vivir; así como de las demás secretarías que no pasan por su mejor momento y que en breve lo estaremos abordando.
Sólo faltan un par de semanas para que se lleguen a los dos años de este sexenio 2017-2023 que preside Del Mazo Maza y desde el Congreso Local se está alzando la voz para que se cumpla aquel exhorto que firmaron el 25 de abril de 2017 en uno de los debates los aspirantes a la gubernatura; referente a que de no cumplir las expectativas en lo gubernamental y en lo social se someterían al escrutinio de la gente y aceptar su separación del cargo; lo que veremos si cumple.