sábado, 8 de agosto de 2015

México, un país de claroscuros para los pueblos indígenas

LA CRÓNICA México es un país caracterizado por una gran riqueza histórica y cultural, y una amplia diversidad poblacional; en buena medida, la población indígena confiere estas características, tanto por su trayectoria histórica, como por su contrastante situación socioeconómica.
El día internacional de los pueblos indígenas, celebrado el 9 de agosto, expresa la importancia de la diversidad de culturas de los pueblos indígenas y la renovación de esfuerzos para mejorar su bienestar y asegurar sus derechos. Conforme al Censo de Población y Vivienda 2010, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) estima una población de 15.7 millones de indígenas en México. Existen 11.1 millones que viven en un hogar indígena, son ubicables geográficamente y son el entorno poblacional de las políticas públicas en materia indígena. De los 15.7 millones, 6.6 millones son hablantes de lengua indígena y 9.1 millones no hablan lengua indígena y 400 mil de los hablantes no se consideran indígenas. Los indígenas mexicanos no son un cuerpo homogéneo. Por eso, si bien en México existen 68 Pueblos Indígenas que se corresponde con las 68 lenguas que se hablan a lo largo de todo el país, lo cierto es que entre ellos y a su interior se vive una pluralidad lingüística, cultural e incluso religiosa. Por un lado existen grupos indígenas con una muy rica veta milenaria que se refleja en sus lenguas y costumbres. Pero también existe otra veta que se desprende de las relaciones de convivencia y dominación de la etapa colonial. Por su parte, la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), en conjunto con el INEGI, desarrollaron el Catálogo de Pueblos Indígenas 2010, el cual recaba información respecto a la identificación y cuantificación de la población indígena en México. De acuerdo a este catálogo, hasta el 2010 existían un total de 64 mil 172 localidades indígenas, mismas que se encuentran clasificadas de acuerdo a criterios de concentración de población indígena en cada una de ellas. Al respecto, la CDI divide el total en 34 mil 263 localidades, con una proporción de población indígena mayor o igual a 40 por ciento de su población total; y 2 mil 118 localidades con una densidad de población de menos del 40 por ciento de población indígena y más de 150 indígenas, se consideran localidades de interés. Asimismo, contabilizó 27 mil 791 localidades con menos de 40 por ciento de población indígena y menos de 150 indígenas entre su población total. Además, identifica 25 regiones indígenas en 20 estados del país; sin embargo, en todas las entidades se encuentra población indígena. Al mismo tiempo, de los dos mil 456 municipios existentes, 624 son indígenas y se concentran principalmente en los estados de Chiapas, Chihuahua, Guerrero, Hidalgo, Oaxaca, Puebla, San Luis Potosí y Yucatán. PENDIENTES. En entrevista con Crónica, el Maestro Milton Gabriel Hernández García, Investigador de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), señala que México es un país de claroscuros en cuanto a las problemáticas que viven hoy en día los pueblos indígenas. “Ha habido algunos avances y algunos retrocesos, algunos derechos se han reconocido en los últimos años, por ejemplo el tema lingüístico como la creación del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (Inali) por ejemplo, el reconocimiento de las lenguas oficiales. Yo creo significa un avance importante en materia de reconocimiento de la diversidad cultural”, enfatiza. De acuerdo al especialista, uno de los pendientes importantes por resolver es el derecho a la consulta, ya que muchas veces se impulsan proyectos y programas sin consultar a las comunidades. Las comunidades tienen derecho a ser consultadas ante cualquier proyecto, ya sea que les beneficie o les perjudique. Respecto a un tema importante como la justicia, Hernández García precisa que hace falta avanzar respecto al pluralismo jurídico, ya que en muchas partes de la república aún no se reconoce plenamente a los jueces comunitarios, a los jueces de paz y a los juzgados indígenas. Aunque también reconoce el avance en ciertos aspectos, indica que actualmente un juez está obligado a tomar un en cuenta peritaje antropológico si una persona indígena es juzgada, cuestión que hasta hace unos años no era posible. Aunque hay personas que opinan que la CDI tienen que desaparecer, Hernández García precisa que es necesaria una institución del estado que se encargue de velar por los derechos, y atender las necesidades de las comunidades indígenas. En cuanto al actuar de legisladores y autoridades, asevera que no es un problema único de quienes llegan al poder, sino un problema conjunto tanto de quienes tienen que legislar a favor de estos pueblos, como de las mismas comunidades, las cuales carecen de organización para tener candidatos indígenas que velen por los intereses de estos mismos. Finalmente, hizo un llamado a crear políticas públicas incluyentes, “que partan de un diagnóstico real de las necesidades de los pueblos y comunidades indígenas”. También es necesario el reconocimiento al pluralismo jurídico y al pluralismo epistemológico, es decir, “que se reconozcan tanto las prácticas jurídicas y los conocimientos de los pueblos como válidos”. “Algo muy importante es que no sólo se tome en cuenta el punto de vista de las comunidades, sino también el de los antropólogos. Creo que los antropólogos tenemos mucho qué decir en torno a todas problemáticas que atañen a los grupos étnicos”, finalizó.

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