jueves, 3 de julio de 2025

OMV RADIO recomienda: (videos) El Viajero presenta Live Session 'Ocaso'

  • Son seis memorias musicales que hablan del ocaso del amor

El Viajero es una agrupación colombiana que nace en el solsticio de 2020 en un viaje por diferentes veredas de El Carmen de Viboral, Antioquia, en un inicio en un formato solista que buscaba grabar y hacer memoria de la música creada desde el año 2002 y que conjugaría el cancionero 'Tres cantos al sol' y el poemario 'De los viajes'. Un año después, en 2021, durante un circuito de conciertos se fueron conectando los demás viajeros que darían vida al formato banda que hoy permanece.

El Viajero nace en la cordillera del oriente antioqueño y recorre distintos paisajes con una instrumentación mestiza. Sus integrantes Alejandro Trujillo Moreno, autor y compositor, voz y guitarra eléctrica; Wilmar Trujillo, clarinete, saxofón, sintetizador, gaita, coros, director musical y arreglista; Wilson Arbeláez, bajo; Wilson Arbeláez, percusiones, tambor alegre y caja vallenata; Jonathan Gómez Atehortúa, batería; Carolina Gómez Restrepo, coros; Daniela López, flauta traversa y coros; y Carlos Daniel Ossa, productor sonoro; con más de 20 años de trayectoria musical, han hecho parte de diferentes agrupaciones del oriente de Antioquia y en este tramo del camino, iniciaron un nuevo viaje de la música.

"Nuestra intención es viajar por las geografías sonoras de Colombia, caminar por las costas colombianas, los colores urbanos de la ciudad y algunas trochas montañeras herencias de nuestros abuelos. Intuimos la libertad del verso cantado y un amasijo de ritmos que se fusionan en el camino. Habitamos los paisajes del bullerengue, la cumbia y el bambuco. Nos encontramos en las trochas de la tambora, el vallenato y el porro chocoano. Y hacemos urdimbre y micelio con otras latitudes del mundo como el reggae, el funk y el rock", cuentan los integrantes de El viajero influenciados por la música de Carlos Vives, Daikiri, Puerto Candelaria, Bomba Estéreo, La Mojarra Eléctrica, Frente Cumbiero, Lucio Feuillet y Ondatrópica, Gustavo Santaolalla e Illya Kuryaki.

Con sus canciones, El Viajero busca conectar al público con su territorio a través del poema y la canción. Es una invitación para caminar la montaña, la ciudad y el mar y comprender la vida como un viaje, que no sólo transita los paisajes y los lugares en su geografía, sino también el viaje interior que todo ser humano vive en sus emociones, pensamientos y dimensiones espirituales y etéreas. Es un viaje al sueño, al amor y a los ciclos de la vida, conectando esta experiencia a la sabiduría del azar, de la sincronicidad, del cambio y del asombro en el camino.

Live Session 'Ocaso' es su nuevo lanzamiento, es un formato de sesión en vivo de la tercera producción de El Viajero. Contiene seis memorias musicales que hablan del ocaso del amor. Es una metáfora de la impermanencia y el movimiento cíclico de la vida.  El concepto del live presenta un paralelo de un atardecer y el amor que se transforma.


"Este live en su producción tuvo como referencia el live de la agrupación brasilera Natiruts, siempre quisimos crear un formato en donde se reflejarán los paisajes de El Carmen de Viboral. Sus canciones hacen parte del cancionero 'Tres cantos al sol' que es un trabajo que recopila más de 100 canciones creadas desde el año 2002. Está dirigido a un público joven y que tenga conexión con la naturaleza y sus paisajes, también a quienes disfrutan y aprecian las fusiones de las músicas colombianas".

La sesión explora las sonoridades de las músicas colombianas y latinoamericanas fusionadas con los sonidos del rock y el reggae. Son estas tres vertientes musicales las que El Viajero camina y que han marcado el lugar creativo que fusionan.

En el Live Session 'Ocaso', 'El viajero' es el viaje que se baila, el inicio del camino; 'Son del monte' le canta a la montaña, a las memorias de los abuelos campesinos y al encuentro con el vallenato; 'Volarán' es el anhelo en la distancia entre colores de Latinoamérica; 'La hoguera' es la pasión de los amantes en llamas y el sonido de la sensualidad; 'Hechicera' le canta al espíritu de lo femenino, es una evocación a las selvas colombianas; y 'Ocaso' es el final del amor bailando la soledad al ritmo de tambora-tambora.


"Queremos conectar nuestra música con otras personas que quieran caminar con nosotros las canciones de montaña, ciudad y mar. Ampliar el mapa sonoro de Colombia desde la fusión que hacemos sonoramente, llevando nuestra música a territorios nacionales e internacionales. Es un trabajo para escuchar en las tardes, la metáfora del ocaso conecta con imágenes del atardecer que suceden en el Live. Por el erotismo de varias de las canciones, la noche también es un buen momento para conjugarse con estos sonidos", enfatiza la agrupación colombiana.


Para la portada, a partir de una fotografía, el diseñador gráfico Andrés Pérez recrea un paisaje de El Carmen de Viboral en donde el personaje de El Viajero contempla el territorio que somos y el punto de referencia donde inicia el viaje, enmarcando la metáfora "todos somos viajeros".

"Actualmente venimos trabajando en la construcción de una puesta en escena que integre lo poético, lo sonoro y lo audiovisual en una experiencia de viaje llamada "Montaña, Ciudad y Mar”. El plan es circular con este montaje en diferentes escenarios", remarca El Viajero.

El sencillo 'Agua', que acompaña la presentación de El Viajero, es una invitación a conectarnos con lo elemental y sus memorias. Sonoramente, es una cumbia vallenata con una instrumentación mestiza entre lo colombiano y lo eléctrico (Bajo, guitarra eléctrica, batería, clarinete, tambor alegre, caja vallenata, acordeón y voces) y un río de voces que le canta al agua. El video fue producido en el municipio de El Carmen de Viboral, Antioquia-Colombia, reflejando las fuentes hídricas de este lugar, como un homenaje a los guardianes del agua y su territorio.


Actualmente, El Viajero está en un ejercicio de difusión de la música creada: El EP 'Solsticio', el Video Lyric 'Te guardo' y el Live Session 'Ocaso', enfatizando en la circulación de la puesta en escena de 'Canciones de Montaña, Ciudad y Mar'.

"Creemos que es importante que las personas escuchen El Viajero porque es una propuesta musical fresca y moderna, con una narrativa de viaje que dialoga con las geografías de Colombia y Latinoamérica. Escuchar nuestra música es encontrarse con nuevas sonoridades y con una poética que narra el territorio, que invita a transitar la vida desde una perspectiva viajera. Ir y venir, retornar: a otras músicas, a otras edades, a otros lugares y a otras posibilidades del ser", concluye.

Sigue a El Viajero en sus redes sociales:

El cine independiente de Rafael Rangel llega a la pantalla del Veintidós



  • Con un ciclo especial, Canal Veintidós se une a la narrativa crítica y poco convencional Rafael Rangel a través de cinco de sus largometrajes
  • Estreno: todos los jueves a las 23:00 horas, a partir del 3 de julio, por la señal 22.1

Ciudad de México, julio del 2025. Desde enfermedades mentales y adicciones, hasta la crudeza antropológica de Gaza, el trabajo del cineasta michoacano, Rafael Rangel, se ha destacado por la técnica intuitiva y poco convencional de su quehacer cinematográfico, mismo que, durante julio, la pantalla del Canal de las Culturas de México pondrá a disposición de su audiencia.

El principio de la espiral, (2009) | hoy
El ciclo especial comienza con la ópera prima del cineasta, que sigue la historia de Jerónimo, interpretado por Ramiro Guerrero y Germán Valdés III, un joven que padece esquizofrenia, intenta quitarse la vida y mata a sus padres. Esta cinta, que cuenta con una narrativa más comprometida con la expresión que con el mensaje, contó con León Nik en la fotografía y Paulo Rique y Beatriz Novaro como co-guionistas.

Preludios: Las otras partituras de Dios, (2012) | 10 de julio

Filósofos, predicadores y músicos indigentes son los protagonistas de esta historia grabada con una cámara no profesional que busca estar alejada de los cánones doctrinales del género documental. Sin trastocar la realidad, Rangel se adentra en las calles y metros de la Ciudad de México para seguir los pasos de personas en situación de calle y reflejar su realidad que, en algunos casos, involucra enfermedades mentales como la esquizofrenia.

Este ciclo lo completan los títulos El grito de los coyotes (2016), un documental a transmitirse el jueves 17 de julio que sigue el día a día de vendedores ambulantes y explora algunas interrogantes como ¿Quiénes son estos hombres, mujeres e infancias que se mueven por las avenidas?, ¿a qué se enfrentan día con día en la calle?; Mr. London Night (2024) se presenta el próximo 24 de julio, se trata de un material documental que retrata a Petr Hudicak, migrante checo que llega a Londres y quien día con día lucha contra su adicción a la heroína; y finalmente, Gaza, la franja del exterminio (2024), el material más reciente del cineasta en el que, con cámara en mano y sin música que guíe las emociones, enmarca el genocidio desde las entrañas de la Franja de Gaza, se transmitirá el 31 de julio.

Este ciclo llega a la pantalla del Veintidós todos los jueves a las 23:00 horas a partir de hoy, y por streaming en el portal de la televisora.

Los mejores ciclos por Canal Veintidós, el Canal de las Culturas de México. 

Reggie Stephens, One Drop Scott y Los Cojolites presentan “Black Man in México”, versos que sanan, beats que cruzan fronteras


En un rincón sonoro de la Ciudad de México conocido como Be Bops Diner Roma, el jazz se volvió aire y el hip hop se volvió carne, Reggie Stephens y One Drop Scott comparecieron ante la prensa no para hablar de música como producto, sino como ritual, como testimonio, como cicatriz, acompañados por Greg Landau, su productor, Benito de Los Cojolites y Serko Fu y Jhonny Beltran por parte de los raperos mexicanos. Fue la presentación oficial de “Black Man in México” y “Margarito 2”, dos piezas que no se limitan a sonar: gritan, curan, abrazan. Temas nacidos de The Collective Root, una colaboración transfronteriza donde se funden raíces negras, voces migrantes y la furia suave del jazz mexicano, con la producción visionaria de Greg Landau y el virtuosismo de la Orquesta Nacional de Jazz.

Reggie, aquel hombre que alguna vez corrió yardas para los New York Giants y hoy corre detrás del verso justo, tomó el micrófono como quien toma la palabra en un templo. “En Los Ángeles me miraban con sospecha. Aquí en México me miran con alma. Me abrazan en los mercados, en los estudios, en las calles. Y eso… eso cambia todo”, declaró. “Black Man in México”, explicó, nació al caminar por las calles de Veracruz y escuchar, en el eco de los tambores jarochos, algo familiar. “Allí sentí que mis ancestros no murieron en el mar. Sólo cambiaron de tambor.”

Junto a él, el legendario One Drop Scott —quien ha puesto beats a nombres como Mac Dre, E-40 y Scarface— asentía con la serenidad del que ha recorrido mil estudios y aún se asombra. “Esto no es solamente hip hop. Esto es medicina. Esto es jazz con sangre africana y piel mexicana. Esta es nuestra ofrenda”, dijo, y lo dijo como quien confiesa algo sagrado. Scott no dudó en señalar la importancia del mercado mexicano: “Aquí escuchan con el corazón. Y eso no tiene precio. En un mundo donde la música se consume como chicle, México la honra como altar.”

         Acompañados por el legendario productor Greg Landau —quien tejió los hilos de esta colaboración con maestría y visión política— y respaldados por la majestuosa sonoridad de la Orquesta Nacional de Jazz de México, Reggie y Scott dejaron en claro que su apuesta es tan artística como social. “Venir a México ha sido como respirar libertad”, compartió Reggie Stephens entre flashes y sonrisas. “Aquí no soy ‘el otro’. Aquí me escuchan, me respetan y bailan conmigo. En Los Ángeles me siguen viendo como amenaza. En México soy parte de la conversación.”

         One Drop Scott, con su aura tranquila y la mirada encendida de sabiduría rítmica, sostuvo que este proyecto es su forma de desafiar el ruido vacío del poder. “Durante el gobierno de Trump nos estamos cansando de ver redadas en las esquinas de nuestras ciudades. A muchos se los llevaron, no por criminales, sino por tener un sueño. Y en este disco está esa rabia convertida en arte. Porque cuando el sistema te quita la voz, haces música. Y si no hay micrófono, gritas en el beat.”

Ambos artistas elogiaron a Benito, de Los Cojolites, como una figura esencial para este cruce de caminos. “Benito no únicamente nos abrió las puertas, nos abrió el corazón de México”, dijo Scott. “Él entendió desde el primer momento que lo que hacemos no es nada más rap y reggae: es ceremonia, es herencia, es protesta. Con él aprendimos a escuchar al río y a rimar con la ceiba.”

También presentes en la rueda de prensa, con la humildad de quienes han hecho del verso un arma y del micrófono una trinchera, estuvieron Serko Fu y Jhonny Beltrán, dos de las voces más lúcidas y poderosas del hip hop mexicano. Sentados al lado de Reggie y One Drop, hablaron no como invitados, sino como hermanos de causa, como parte esencial de esta sinfonía de raíz y rebeldía que es The Collective Root. Serko, cuya participación en Margarito 2 es un estallido de rabia poética, tomó la palabra con una calma que pesaba como plomo: “Cuando me propusieron todo, supe que no podía escribir cualquier cosa. Esto no era rapear por rapear, era contar una historia que también es mía. Margarito es un símbolo, es todos los que hemos tenido que correr sin saber de qué huimos.”

Por su parte, Jhonny Beltrán —figura icónica del freestyle nacional, voz cruda de las plazas y de los márgenes— celebró la potencia de este encuentro cultural como algo urgente y necesario. “En este país, y en muchos otros, todavía se nos olvida que la música también puede ser protesta. Que puede abrirte los ojos. Lo que estamos haciendo aquí es tender puentes, y lo hacemos con ritmo, con lírica, con fuego”, expresó con la intensidad que lo caracteriza. Luego miró a Reggie y señaló que “aquí nadie viene a posar. Aquí vinimos a decir la neta. Y la neta suena mejor con beats como estos.”

Este proyecto se consolida como un hito cultural en el que la poesía urbana de Reggie Stephens se entrelaza con las texturas profundas del jazz, el pulso del reggae de One Drop Scott y la fuerza tradicional del son jarocho que resuena en cada acorde. En un momento donde el mundo parece fracturarse por líneas étnicas y muros simbólicos, “Black Man en México” y “Margarito 2” se levantan como himnos de unidad, como puentes sonoros y como espejos de una humanidad que aún se busca.

En la canción de “Margarito 2”, Reggie narra, con furia medida, el acoso constante a los cuerpos racializados, mientras el mexicano Serko Fu responde desde este lado del muro, con rimas que duelen como verdades sin filtro. Y en medio de todo, el nombre de Benito, de Los Cojolites, apareció como un faro. “Benito es el chamán de este viaje”, dijo Reggie. “Sin él, no hubiéramos entendido el poder de lo comunitario, el fuego del son jarocho, la raíz que canta desde la tierra.” One Drop agregó: “Benito nos enseñó que aquí la música se hace con ritmo y con flor. Con historia y con futuro. Él no simplemente nos abrió la puerta: nos enseñó a entrar descalzos, con respeto.”

El proyecto The Collective Root, editado por Round Whirled Records, representa una alquimia sonora sin precedentes. Con Greg Landau como arquitecto de esta sinfonía de consciencia, con la pluma encendida de Reggie, los beats de Scott y el respaldo de la Orquesta Nacional de Jazz, el resultado es más que un disco: es una declaración política, una comunión rítmica entre pueblos que han sido históricamente desoídos.

“México nos salvó el alma”, concluyó Reggie, dejando una frase flotando como mantra. “Aquí no venimos a enseñar, venimos a aprender, a mezclar nuestras heridas con las suyas, y a convertir todo eso en algo que se escuche fuerte. Porque si la música no incomoda, no transforma.”

“Black Man en México” y “Margarito 2” ya están disponibles en todas las plataformas. Y no son canciones: son testigos. Son el eco de lo que fuimos, el grito de lo que aún somos y la promesa de que otro ritmo es posible.