miércoles, 6 de agosto de 2014
La amenaza del Estado Islámico se cierne sobre una minoría religiosa en Irak
© AFP Safin Hamed.
Miles de miembros de la comunidad yazidí, una minoría kurda de Irak, han abandonado sus hogares huyendo del Estado Islámico y se encuentran aislados en las montañas del norte del país. Sin embargo, allí se enfrentan al riesgo de morir de sed.
Cientos de familias de yazidíes salieron de sus lugares de residencia cuando el domingo el Estado Islámico, anteriormente conocido como Estado Islámico de Irak y el Levante, tomó el control de localidades del norte de Irak.
Al menos 40.000 civiles, muchos de ellos yazadíes, permanecen actualmente aislados en la cima del monte Sinjar por temor a caer en manos de los yihadistas. La situación es tan alarmante que algunas personas, niños incluidos, están muriendo de sed, señala el diario 'The Washington Post'.
"Hay niños muriendo en la montaña y en las carreteras", denunció el representante de Unicef en Irak, Marzio Babille.
El organismo de la ONU estima que al menos 40 niños de esta minoría religiosa han muerto en esa región en los últimos días. "No hay agua, ni vegetación, están rodeados por el Estado Islámico. Es un desastre, un desastre total", agregó Babille.
Hay niños muriendo en la montaña y en las carreteras
La parlamentaria yazidí iraquí Vian Dakheel no pudo contener las lágrimas durante un discurso en el que explicó que el grupo yihadista está amenazando con masacrar a su pueblo.
"En estos momentos está teniendo lugar un genocidio contra los yazidíes", lamentó.
"Tenemos que compartir entre diez personas un pedazo de pan y caminar dos kilómetros para conseguir agua. Ayer hubo algunos ataques aéreos [contra los yihadistas], pero nada ha cambiado", explicó a 'The Guardian' Nafiee, uno de los hombres que se esconde en la montaña.
Nos han dicho que si no nos convertimos nos cortarán la cabeza
"Nos han dicho que si no nos convertimos nos cortarán la cabeza", dijo Khuldoon Atyas, una de las pocas personas que a pesar del peligro no ha huido de su casa en la ciudad de Sinjar.
La minoría exige la ayuda de la comunidad internacional. "Nadie ha venido a ayudarnos", afirmó Atyas, que agregó que quienes antes eran sus vecinos, han pasado a ser sus asesinos.
Se estima que hay unos 600.000 yazidíes en Irak, pero la cifra podría ser considerablemente inferior debido a la escalada de violencia de los últimos años. El grupo profesa una antigua religión que tiene lazos con el zoroastrismo y el Estado Islámico los considera adoradores del diablo.
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