lunes, 28 de julio de 2014
¿El precio del agua se pondrá por las nubes?
© AFP Joshua Lott.
Mientras a los residentes de California se les pide economizar agua en tiempos de sequía, varias empresas se plantean cobrar por ella cómo se hace por otros recursos naturales, según publica el diario británico 'The Guardian'.
La periodista Suzanne McGeeel cuenta en 'The Guardian' que hace unos días recibió un correo electrónico donde se le preguntaba si no creía que era el mejor momento para "comprar agua". La egoísta idea de buscar beneficios con este recurso en lugar de tratar de ofrecerla como servicio público la llevó a analizar las nuevas tendencias comerciales.
McGeeel señala que frente a esta tormenta mercantil que se avecina se encuentra Peter Brabeck, presidente de Nestlé, quien -recuerda- cree que los ciudadanos no tienen derecho más que al agua que necesitan para la mera "supervivencia", a menos que puedan darse el lujo —dice el empresario— de pagar por ella. Según Brabeck, el planeta corre el riesgo de agotar el suministro mundial de agua dulce debido al consumo irresponsable e irreflexivo de un recurso aparentemente gratuito.
En ese sentido, la autora del artículo se pregunta "cuántos exuberantes campos de golf se riegan con millones de galones de agua en varias partes del mundo que son naturalmente áridas, como Arizona o el sur de California". En ese contexto, McGeeel lamenta toda una serie de mensajes contradictorios que algunos residentes de California están recibiendo, como el de no regar el césped durante las sequías.
Según opina la periodista, el presidente de Nestlé probablemente no sea el mejor abanderado para desarrollar una gestión responsable del agua, puesto que a medida que la sequía ha empeorado, la Nestlé Waters North Americas Inc (productora y distribuidora de numerosas marcas de agua) "no ha dejado de bombear agua de un acuífero en California".
McGeeel recuerda que con las tecnologías actuales ya es posible desarrollar formas para tratar las aguas residuales o la desalinización de agua para que sea potable. "Un conjunto de firmas de capital privado está apoyando nuevas empresas en esta área y, a diferencia del negocio de agua embotellada, me parece una misión completamente apropiada", señala la periodista. "Puedo aplaudir y compartir la preocupación de Brabeck sobre lo que está pasando con nuestras reservas de agua dulce, pero es necesario un poco de honestidad intelectual por parte de Nestlé", concluye.
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