lunes, 28 de julio de 2014
La opinión de...Salvador Ferrer i Paradeda (El efímero amor romántico)
EL EFÍMERO AMOR ROMÁNTICO.
Salvador Ferrer i Paradeda.
Podríamos decir que hay un deseo sexual químicamente puro que casi no da lugar a sentimientos de estimación y de respeto: la parte más animal de nuestra sexualidad, que puede tener en determinados momentos su sentido, mientras se respete la libertad del otro. Pero ésta no suele ser la inclinación más natural Estaremos conformes que aquello que hace experimentar la sexualidad al máximo y en todo el sentido humano, es amor, que implica forzosamente respeto y afecto...
El amor que se relaciona con la sexualidad se entiende siempre desde la donación recíproca, la ofrenda de uno al otro, tanto con el cuerpo como con la mente - no pueden ir separados -. Entonces no hay duda de que el amor funciona como el mejor de los afrodisíacos.
Pero por amor, ya sabemos que se entienden muchas cosas, hay muchos mitos alrededor de la emoción amorosa y la gente suele confundirse. Desde un punto de vista psicológico, se valora la relación de amor recíproco entre personas adultas cuando se es capaz de construir con el tiempo una relación profunda permitiendo conservar la integridad y la individualidad propia de cada uno. Este concepto de amor maduro, niega la teoría de la media naranja; el amor hacia la otra persona no puede sustituir nunca la propia identidad personal, si bien, curiosamente, suele ser el amor mismo el único medio de llegar a ésta realización individual... Todo junto es tan sencillo que no siempre se entiende. Por eso a las personas les gustan mucho más los grandes amores de novela y las emociones que van desde la pasión al delirio y de los celos a la desesperación. No en vano, desde las canciones de la edad media hasta ahora, nos han estado diciendo que el amor auténtico significa, 'yo no soy nada sin ti".
Este amor romántico, que por cierto es el que caracteriza de una manera natural la fase de enamoramiento entre personas, vale la pena vivirlo cuando se presenta, ya que durante un tiempo - generalmente breve - nos permitirá vivir una fantástica vida de color rosa.. Pero es mejor no pretender convertirlo en el modelo de una relación entre personas, ni tampoco como el único modelo de amor que admita más relaciones sexuales. Cuando alguien se pega a este concepto de amor romántico, le da un valor por encima de cualquier otra consideración y se imagina que es la única forma de amor que vale la pena tener a lo largo de toda la vida, ahí es cuando surge el problema.
Suspiran por un príncipe azul - en versión masculina o femenina - que dura siempre, porque es así como lo han aprendido desde que eran niños, en los cuentos de princesas y caballeros. Lo peor es cuando se cree que, se ha de mantener vivo entre los dos porque sí. Y la sexualidad, dentro de éste concepto de amor romántico, se mueve en un mundo emocional que garantiza pasión sin límites, celos asegurados y dramatismo... porque es así como se demuestra un auténtico amor romántico. Este modelo difícilmente nos puede llevar a la larga a la satisfacción personal y de pareja entre personas adultas.
No me refiero a los detalles - gestos, frases... - dichos popularmente románticos, que dentro de una relación de amor maduro han de expresarse imprescindiblemente, porque son éstos detalles, entre otros, los que le van dando forma. ¿ A quién no le gusta recibir de vez en cuándo aquellos sencillos regalos qué espontáneamente generaba el primer enamoramiento?.
La gracia está en seguir manteniendo esas conductas cuando el primer enamoramiento ya no existe...
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