martes, 22 de abril de 2014

Limpieza étnica en Sudán del Sur deja al menos 200 civiles muertos

Agencias en Yuba | Sudán del Sur está al borde de la guerra civil por la lucha entre el presidente y el ex vicepresidente, ambos de diferentes etnias.
El fantasma de la limpieza étnica resurge de nuevo en África, veinte años después del genocidio de Ruanda. Esta vez ha ocurrido en el país joven del mundo, Sudán del Sur, al borde de la guerra civil desde diciembre, debido a enfrentamientos sectarios entre partidarios del presidente, Salva Kir, de la tribu dinka, y del ex vicepresidente y ahora líder rebelde, Riak Machar, de la tribu nuer. Al igual que en Ruanda, que comenzó el exterminio de tutsis a mano de hutus, tras darse la orden desde una radio, en Sudán del Sur también se ejecutó la matanza en Bentiu, capital del estado petrolero de Unidad, tras solicitarlo una emisora a los rebeldes. Así lo informó ayer la misión de la ONU en Sudán del Sur (UNMISS), que denunció la muerte, los pasados 15 y 16 de abril, de al menos 200 civiles, que fueron seleccionados por los terroristas basándose en criterios étnicos y de nacionalidad. En el comunicado, la UNMISS explicó que entre las víctimas mortales hay también extranjeros, en su mayoría refugiados de la región sudanesa de Darfur, sometida en los últimos años a crímenes de genocidio por parte del régimen islamista de Jartum, como han denunciado reiteradamente observadores de Naciones Unidas. Ataque a refugiados. Los rebeldes de la tribu nuer entraron primero en una mezquita, luego en un templo católico y acabaron en una sede vacía del Programa Mundial de Alimentos, donde se había refugiado centenares de civiles. En estos tres lugares, los rebeldes separaron a las personas según su etnia o eran refugiados procedentes de Darfur y luego las ejecutaron. Además, los rebeldes también atacaron en Bentiu a civiles nuer, entre ellos mujeres y niños, que se negaron a participar en las celebraciones por la victoria rebelde. La radio local. La UNMISS explicó que ha ayudado a cientos de civiles a huir de Bentiu y que miles fueron escoltados hasta la base del organismo internacional en la zona, donde están refugiadas actualmente 12,000 personas. En su nota, la misión de la ONU denunció también los llamados hechos por algunos líderes rebeldes en la radio local para instigar a la violencia y pidió que se investiguen los crímenes cometidos. Las sedes de la UNMISS han sido también blanco de ataques. El pasado jueves, decenas de personas murieron y resultaron heridas al asaltar una turba el campamento de la ONU en la ciudad de Bor, capital del estado de Jonglei, en el que se refugiaban civiles Nuer. El conflicto, en el que han muerto miles de personas, ha puesto al borde de la guerra civil al joven país, independizado de Sudán en 2011, después de que en diciembre pasado el presidente acusara al ex vicepresidente Machar de intentar dar un golpe de Estado. Niños soldados. Por otra parte, Unicef denunció ayer que tiene “informes creíbles de que las dos partes contendientes en el conflicto de Sudán del Sur están reclutando y entrenando niños para convertirlos en soldados”. Según dichos informes, se ha observado a niños portando armas, otros vestidos con uniformes militares y otros más participando en entrenamiento militar.

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