lunes, 21 de julio de 2014
Kiev y autodefensas se acusan mutuamente de frenar la investigación en torno al MH17
© RIA Novosti.
Desde quién derribó el avión malasio hasta las actuaciones de los observadores de la OSCE. En estos últimos cinco días la tragedia del MH17 se ha leído en clave política una y otra vez.
"Esta tragedia no es nada ventajosa para nosotros, pero para la parte ucraniana una catástrofe así le es muy útil", aseguró el primer ministro de la República Popular de Donetsk, Alexánder Borodái.
El trato a los cadáveres también se ha visto desde ese prisma del conflicto. Cada comentario sobre el desastre del Boeing 777 malasio parecía ir dirigido a debilitar al otro bando.
"La región está controlada por los insurgentes. Esperamos que dejen partir el tren con los cuerpos tan pronto como sea posible para que los expertos de Ucrania y de las organizaciones internacionales puedan llevar a cabo las investigaciones", dijo el viceprimer ministro de Ucrania, Vladímir Groysman.
Esta tragedia refleja el conflicto que vive el este de Ucrania. Toda cuestión humanitaria viene cargada de más tensión política y se debaten decisiones como a dónde deben ir los cuerpos, si a Donetsk, a Kiev o a un punto intermedio como la ciudad de Járkov.
Otro asunto es a qué ciudad tendrían que acudir los familiares de las víctimas. Y uno de los temas más peliagudos es si se deberían trasladar los restos mortales de las víctimas antes de que lleguen los expertos extranjeros.
Borodái afirmó que los cuerpos no se tocarían.
"Repito, los cadáveres no se moverán hasta que lleguen los expertos extranjeros. Específicamente los 12 especialistas malasios que estamos esperando", aseveró recientemente el primer ministro de la República Popular de Donetsk.
Sin embargo, solo 24 horas después de la tragedia los restos mortales ya se habían trasladado de casas como la de Inna, una mujer que mostró a un equipo de RT la habitación en la que cayeron los restos de una víctima. Los miembros del Ministerio ucraniano de Emergencias han sido los principales responsables de recolectar los cadáveres.
La llegada a la zona del conflicto de los propios expertos ha sido otro tira y afloja entre Kiev y Donetsk y ha ralentizado el reencuentro de los familiares con los restos de los seres queridos, según han publicado varios medios. Además, ambas partes se acusan mutuamente de poner trabas a los especialistas para que se acerquen al lugar de los hechos.
Sin embargo, los propios observadores de la OSCE han desmentido que las autodefensas les negaran el acceso al lugar de la catástrofe aérea.
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