En Puebla la protesta social se convirtió en el principal enemigo del gobernador. Las armas, que deberían utilizarse para la protección de los ciudadanos, son empleadas para lastimar a quienes se atreven a alzar la voz.
El pasado 9 de julio, cuando los habitantes de San Bernardino Chalchihuapan tomaron la carretera de Atlixco en protesta por la suspensión de actividades del registro civil, la Secretaría de Seguridad Pública utilizó balas de goma para retirarlos. Una de esas balas le quitó la vida a José Luis Alberto Tehuatlie Tamayo, de 13 años, quien falleció ayer en el Hospital General del Sur.
A pesar que la SSP negó en su boletín número 1784 la utilización de balas de goma, se han difundido fotografías que desmienten la versión oficial.
En el mismo texto, la Secretaría alega haber iniciado el diálogo con los inconformes y los acusa de rodear a los policías, hecho que desencadenó el enfrentamiento.
En protesta por el abuso policial, la Coordinación Estatal de Defensa de la identidad de los pueblos realizó una asamblea donde se llegó al acuerdo de marchar mañana a la Ciudad de México para denunciar las violaciones a sus derechos humanos.
Durante el mensaje ofrecido a los medios criticaron las postura del Partido Acción Nacional (PAN) en el Congreso local, pues “quieren hacernos ver a la sociedad de que nosotros aquí en San Bernardino Chalchiuapan ocasionamos esta desgracia de los lesionados”.
También informaron que su principal objetivo es lograr la liberación de los 37 presos políticos detenidos por diversas protestas sociales.
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