sábado, 19 de julio de 2014
Afirman haber descifrado el manuscrito de Voynich escrito en un idioma desconocido
© Wikimedia.org
El ingeniero ruso de radiotécnica militar Nikolái Anichkin afirma haber descifrado un manuscrito misterioso escrito en un idioma desconocido denominado voynichés.
El investigador contó al periódico ruso 'Moskovsky Komsomolets' (MK) que había analizado el sistema de señas utilizado para componer el manuscrito de Voynich, lo que le había hecho creer que el texto tenía sentido.
Según Anichkin, la obra contiene una descripción de las plantas encontradas en Asgard (ubicado en el territorio actual de Omsk en Siberia, Rusia).
En el mismo lugar, cuenta el ingeniero, había un gran templo de unos 1.000 sazhenes (2.133 metros) del que solo quedan los pasajes subterráneos. Según Anichkin, el templo fue destruido en 1530, mientras se suele fechar el manuscrito en el siglo XV.
El ingeniero analizó unos alfabetos eslavos buscando semejanza con el sistema de señas del manuscrito y consiguió encontrar un idioma más antiguo que tenía casi las mismas características que las letras de la obra misteriosa. Según Anichkin, varias cantidades de símbolos del alfabeto utilizado para descifrar el manuscrito se corresponden a una letra del voynichés.
Utilizando la clave el ingeniero cree haber descifrado palabras como 'cáñamo', 'ropa de cáñamo', 'comida', 'beber', 'seis' y otras. Anichkin utilizó los diccionarios publicados en Internet que, según el, no tienen bastante léxico.
La tecnología de datación por radiocarbono determina que la fecha de elaboración del manuscrito es el siglo XV, mientras el lugar más probable de origen del texto es el norte de Italia. El libro fue denominado así por el comerciante de libros polaco Wilfrid Voynich, que compró la obra en 1912.
Existen varias versiones sobre el autor del texto, el idioma y la función de la obra. Según el científico estadounidense Terence McKenna el autor más creíble debería ser John Dee, matemático, astrólogo, alquimista y ocultista inglés consultor de la reina Isabel I. Según McKenna, la obra, además de todo, contiene información sobre las características medicinales de varias plantas desconocidas por la ciencia en aquel entonces.
Como los alquimistas eran considerados herejes por la Iglesia, cuenta McKenna, no podían publicar sus investigaciones en idiomas conocidos y tenían que cifrar sus textos. El científico dice que el manuscrito pudo ser escrito en este idioma artificial basándose probablemente en el galés, idioma conocido por John Dee. McKenna afirma que un análisis de los diarios de John Dee, cifrados de una manera similar, podrían ayudar a resolver el misterio del manuscrito de Voynich.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario