miércoles, 9 de julio de 2014
Ley electoral no garantiza derechos políticos a las indígenas
Cimac Noticias
Las indígenas que desean participar en política enfrentan obstáculos para hacerlo debido a la educación en sus comunidades, la violencia y una triple discriminación por ser mujeres, indígenas y pobres, lo que deriva en que en México de 500 diputadas y diputados sólo cuatro sean legisladoras de grupos étnicos, dijo la periodista e investigadora en temas de indigenismo Marta Gómez Rodulfo.
En la conferencia “La libertad política de la mujer indígena mexicana”, que se realizó hoy en el Instituto Nacional de Antropología e Historia, Gómez Rodulfo señaló que las indígenas enfrentan barreras en el ámbito familiar, su comunidad, y por parte de las instituciones, para poder participar libremente en política.
Luego de vivir tres años en comunidades oaxaqueñas y de escuchar las observaciones de otras y otros investigadores, Gómez Rodulfo concluyó que es muy usual que cuando una mujer indígena quiere ser representante político se enfrente a trabas en tres niveles, esto porque desde su casa su papá o su pareja no se lo permite, y después el alcalde, los cabildos y el “caciquismo” no la dejan participar porque los usos y costumbres, en la mayoría de las comunidades, no permiten que una mujer gobierne.
Luego, a nivel institucional, cuando ellas quieren protestar por estas situaciones se encuentran con que la ley electoral no las apoya, ya que aunque habla de las mujeres no se refiere especialmente a las indígenas, quienes padecen una discriminación mucho más aguda por su condición socioeconómica y sociocultural.
Agregó que el hecho de que la mayoría de estas mujeres no sean conscientes de sus derechos, que son ciudadanas y que están protegidas por la ley, también inhibe su participación.
Señaló que los aspectos clave para propiciar la “libertad política” están en la educación más igualitaria, el empoderamiento de las mujeres a través de capacitaciones y talleres, la paridad de género en los puestos de representación, y una legislación específica que señale las necesidades particulares de las mujeres en la política.
Pero criticó que las actuales instancias encargadas de dar justicia y protección a las mujeres, incluso en el terreno electoral, como el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, son insuficientes para hacer frente a las denuncias y a los riesgos que experimentan contra su vida e integridad y la de sus familias; por lo que señaló que las instancias internacionales son la única vía para ellas.
La periodista española observó que México actualmente se encuentra frente a un hecho histórico, en el que las nuevas generaciones de mujeres indígenas jóvenes están rompiendo con las creencias y costumbres que les impedían participar, y ahora luchan por formar parte no sólo de la agenda política, sino también de los actores que la impulsan.
Lo anterior deriva en que impulsen reformas de ley que hagan posible su participación en “el juego político”, con respeto a sus Derechos Humanos, y se posicionen dentro de las figuras de mayor representatividad.
Como ejemplo, Gómez Rodulfo citó el caso –que documentó en su libro “Las Alas del Maguey”– de la diputada panista y titular de la Comisión de Asuntos Indígenas de la Cámara baja, Eufrosina Cruz Medina, quien antes de ocupar ese cargo enfrentó agresiones y descrédito en su comunidad al concursar por la alcaldía de Santa María Quiegolani, en Oaxaca.
Por esto, recordó que sigue pendiente la aprobación de una iniciativa de reforma que impulsó Eufrosina Cruz para que los usos y costumbres no violenten los derechos políticos de las indígenas, y señaló que este estancamiento se debe al “machismo” de muchos políticos y a su temor de que la población femenina indígena empiece participar con más fuerza en los temas políticos del país.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario