miércoles, 9 de julio de 2014
Los penaltis llevan a Argentina a Maracaná
0-0. Pocas oportunidades y una tanda de penaltis para decidir el finalista. 28 años después Argentina volverá a luchar por un Mundial gracias a Sergio Romero y a una tanda infalible que abrió Leo Messi
Sergio Vera |
Once metros separaron de la gloria a Holanda en Brasil 2014. Solo once metros. El final de un partido condenado al cero a cero en el que la sombra de la final de un Mundial pesó y de qué manera. Alemania esperaba tranquila en Maracaná y finalmente será la Argentina de Leo Messi quien trate de coronarse campeón ante la 'Mannschaft'. Lágrimas albicelestes de alivio, de satisfacción y de euforia para un grupo que está ante su gran oportunidad.
Una tanda en la que el planeta fútbol pusos sus ojos en 'La Pulga' aunque fue el portero Sergio Romero quien se hizo un hueco en la historia dando la clasificación a los suyos. Era la hora de los porteros y Romero no defraudó. Cillessen tan solo sacó balones de la red. Pero también había que disparar y ahí no rehuyó la presión Leo Messi. Fue el primero de los argentinos, el líder que tranquilizó a los suyos tras el error de Vlaar y no falló. El 'gato' Romero hizo el resto. Como un felino cazó al vuelo el siguiente disparo de Sneijder. Garay, Agüero y Maxi Rodríguez hicieron el resto. Gloria para la albiceleste en el país vecino, su eterno rival. El 'Decime que se siente' sonó con más fuerza que nunca. Messi y toda Argentina estarán ante su gran oportunidad 28 años después de su último título mundial. Holanda, de nuevo, se quedó a las puertas. Leo disputará su primera final de un Mundial, la gran asignatura pendiente.
EL PLAN VAN GAAL
Esta vez el plan de Van Gaal se quedó a un paso de volver a cumplir con su misión. Los 'oranje' entregaron desde el inicio el balón a Argentina sabiendo que donde más peca est equipo es en la creación. Sin embargo, los chicos de Sabella supieron tocar con paciencia para tratar de encontrar agujeros en la telaraña ideada por Van Gaal. No se veían jugadores 'oranje' hasta que los argentinos llevaban el balón al centro del campo y allí esperaban ansiosos Robben y Van Persie para aprovechar cualquier error en el pase para salir como balas hacia la portería de Romero. Por suerte para los argentinos pudieron minimizar al máximo sus errores.
Sin embargo, el agujero en el plan holandés lo encontró un Lavezzi que se multiplicó en la banda derecha para percutir una y otra vez a Martins Indi incapaz de frenar la velocidad del futbolista del PSG. Por allí llegó el peligro de la albiceleste y también a través de las botas de Leo Messi. 'La Pulga' lo intentó a balón parado con un disparo de falta directa en el inicio de partido ante un Cillessen que no se dejó sorprender. Leo trató de aprovechar cualquier espacio entre líneas para arrancar, eso sí, con De Jong siempre alerta como si fuese su sombra. Algún que otro slalom sin suerte y poco más.
DEMASIADO RESPETO... SALVADOR MASCHERANO
Apenas hubo oportunidades. ¿Respeto? Quizás sí, la final del Mundial estaba en juego y un paso en falso podía condenar las aspiraciones de argentinos y holandeses. Nadie estaba dispuesto a conceder la más mínima ventaja con un error fatal.De ahí al aburrimiento general solo había un paso y solo la emoción de la cita mantenía el pulso a tope. Sin embargo, poco riesgo para alimentar todavía más la adrenalina del espectador frente a una dosis de control extremo para la tranquilidad de Sabella y Van Gaal. Solo un par de oportunidades para cada conjunto animaron la segunda mitad. Al inicio Messi estuvo a punto de marcar tras una salida en falso de Cillesen que le rebotó para casi colarse en la portería holandesa. Más tarde fue Van Persie quien probó de chilena en una de las pocas jugadas trenzadas del combinado holandés.
Sabella quiso revitalizar a los suyos dando entrada a Agüero y Palacio a diez minutos del final pero curiosamente fue Holanda quien la tuvo en los pies de Robben y Mascherano quien evitó la catástrofe en el minuto 90. El delantero holandés superó la muralla albiceleste y cuando estaba a punto de disparar prácticamente a bocajarro apareció 'el Jefecito' para desviar a córner. Se lamentó Van Gaal y suspiró Argentina rumbo a la prórroga.
NADIE BAJÓ LA GUARDIA
El cansancio comenzó a hacer acto de presencia aún así nadie bajó la guardia. Holanda se amparó en los balones a Robben y Argentina trató de sobrevivir con algunos chispazos sin fuerza de Messi y el ímpetu de Palacio que tuvo el gol en el minuto 116 con un cabezazo que ante Cillessen que no hizo temblar al portero holandés. Aún así, el destino quiso que los penaltis dictarán sentencia. Ahí apareció Romero y estalló la afición argentina que tiñó de albiceleste las gradas del Arena Corinthians. El próximo 13 de julio Argentina o Alemania se pondrán una nueva estrella en el pecho.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario