jueves, 14 de noviembre de 2013
El hombre que no se dejó abofetear
El hombre que no se dejó abofetear
Caracol Colunga
Este texto fue publicado originalmente el 17 de julio de 2013 en el periódico semanal de crónicas “Barrio Antiguo” y fue redactado por Caracol Colunga. Con autorización del medio, REVOLUCIÓN TRESPUNTOCERO muestra este texto a sus lectores sobre un líder social de izquierda asesinado en el norte del país.
(14 de noviembre, 2013).- El sábado 29 de junio, cerca del mediodía, en Saltillo, Coahuila, fueron encontrados los cuerpos de dos personas. Se les halló en un libramiento de carretera: tenían huellas de violencia y fueron envueltos en cobijas.
Una de las dos personas encontradas fue Francisco Navarro Montenegro, conocido líder de la izquierda política coahuilense y muy polémico líder social, cuya muerte remitió de inmediato a una semiótica criminalizante: la cobija, la carretera, la violencia… Criminalizar es simplificar una existencia a la interpretación de un código impuesto por personas violentas.
Cobija, carretera, violencia. Semiótica del asesinato de Navarro Montenegro (Crédito: Puronarco.com)
Francisco Navarro Montenegro nació en Zacatecas el cuatro de octubre de 1949. Se graduó como Ingeniero Industrial en Producción del Instituto Tecnológico de Saltillo (ITS), ciudad donde vivió. Se casó con Magdalena García Rosas y tuvo cinco hijos.
Samuel Acevedo Flores, diputado local saltillense por el Partido Socialdemócrata, convivió con Navarro Montenegro casi tres décadas. Dice que era un hombre sano, que comía bien y tenía suerte en los casinos. Le gustaba escuchar a Luis Miguel, Julio Iglesias y Camilo Sesto. Leía mucho, dice Samuel Acevedo; su género favorito era el de la motivación personal y El arte de la guerra, de Sun Zi se convirtió en su libro más socorrido.
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Navarro Montenegro tuvo dos facetas: la de gestor social y de político. A menudo entramó ambas y tuvo problemas debido a ello. Según la reportera del Zócalo, Lourdes de Koster, a finales de 1980, Navarro Montenegro se unió al Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional, predecesor del actual Partido de loa Revolución Democrática (PRD).
Fue dos veces legislador local, diputado federal y en una ocasión fue candidato a la gubernatura, en las elecciones locales que ganó Montemayor. Fundó el Partido Socialista de los Trabajadores. En la LIV Legislatura de la Cámara de Diputados, llegó a la diputación federal como representante del Frente Cardenista de Renovación Nacional, empezando funciones el primero de septiembre de 1988, justo cuando Carlos Salinas de Gortari llegó a la presidencia. De las dos ocasiones en que fue diputado local, una lo hizo por el Partido Cardenista Coahuilense, que perdió su registro en el año 2008 y no volvió a reaparecer en el ámbito político.
Debido a que la muerte de Navarro Montenegro coincidió con el periodo de elecciones, algunos medios han visto en ella cierta implicación política o del crimen organizado. No extraña esa suspicacia debido a la violencia de las elecciones que se desarrollaron en 14 estados de la República Mexicana: alrededor de 12 personas fueron asesinadas en hechos relacionados con el proceso electoral. Las víctimas iban desde el dirigente partidista de Oaxaca hasta un joven que grabó actos de corrupción electoral. Sin embargo, Navarro Montenegro estaba ya retirado de la política. De acuerdo con el parte oficial, la investigación apunta a un secuestro fallido motivado por dinero.
De joven, Navarro Montenegro destacó como un activista aguerrido; entre la violencia, logró erigir su liderazgo (Crédito: Vanguardia.com.mx)
Como gestor social fue polémico y perseguido durante cierto tiempo. Lourdes de Koster cuenta que en 1974, Navarro Montenegro participó en la histórica huelga de los trabajadores del aluminio en CINSA, movimiento que lo reafirmó como promotor de las demandas de los obreros. Mientras que en los 80 tomó como propia la huelga de los trabajadores de General Motors en Ramos Arizpe. Su trabajo también se reafirmó en Frontera, Monclova, Piedras Negras y La Laguna, en donde logró que muchos predios contaran con servicios básicos. Por su lucha política pisó varias veces el Penal de Saltillo en la época de Óscar Flores Tapia, ex gobernador de Coahuila. Fundó más de 70 colonias en la entidad, la mayoría en Saltillo.
Creó además Tierra y Libertad, un conjunto de programas impulsados para la regularización de la tenencia de la tierra en Saltillo.
Pero la faceta social también tuvo sus lados oscuros. Al momento de su muerte, Navarro Montenegro había sido denunciado por la presunta invasión de un terreno en Arteaga, Coahuila. No fue extraño que enfrentara este tipo de cargos, apoyar el movimiento de posesionarios en el noreste de México es una cosa seria. Hay que recordar que en Monterrey, Héctor Camero y Alberto Anaya, dos conocidos líderes de la organización Tierra y Libertad, enfrentaron graves problemas con la ley. También está la acusación que otros activistas y líderes sociales fomentaron en su contra: creían que Navarro Montenegro capitalizaba deshonestamente su acción social en apoyo político.
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“No se puede jugar en los dos bandos. Agitar la bandera del pueblo y con la otra mano firmar los cheques del gobierno. Endosar perdón”. Así responde una activista social cuando se le pregunta sobre Navarro Montenegro. Su opinión es compartida por muchas personas del mismo ámbito. Se vuelve difícil creer que no hubo choques entre las dos esferas de la vida de Navarro Montenegro.
“Acabamos de perder a uno de los activos políticos más importantes de Coahuila, porque él fue un luchador social que defendió las causas más justas de la gente pobre”, dice por su parte Samuel Acevedo.
Navarro Montenegro, el líder de izquierda en Coahuila, donde fue asesinado (Crédito: Periodicolavoz.com.mx)
Navarro Montenegro fue una persona de acción, con claroscuros que cada persona que lo conoció rellena según su propia experiencia. En una ocasión lo andaban persiguiendo en una colonia del sector Nazario S. Ortiz, donde andaba haciendo trabajo social. “Lo venían apedreando y que lo subimos a una motocicleta y logramos sacarlo del peligro en que andaba, era un torito, siempre dispuesto a dar batalla”. “En una ocasión el ex gobernador Flores Tapia lo quiso abofetear, pero Navarro logró esquivar el primer intento del ex mandatario, luego lo retó, pero afuera de Palacio. Nada pasó y ahí quedó el asunto”, recuerda Samuel Acevedo, en un artículo sobre su amigo.
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