lunes, 10 de marzo de 2014

Siete recetas para una dieta informativa saludable

© AFP Andrew Burton. ¿Es una de esas personas que ya sufren de dolores de cabeza por el flujo de información, desinformación, rumores, puntos de vista y conclusiones sobre Ucrania, Maidán o EE.UU? Entonces es el momento de que se ponga a pensar en una dieta informativa.
Para aquellos que durante toda la jornada laboral no paran de actualizar la sección de noticias de su cuenta de Facebook, que no pueden separarse de los portales de noticias pero por las noches sienten que su cerebro está a punto de explotar, el sitio Slon.ru ya ha encontrado formas de mejorar el 'consumo de información'. Moda en la mañana y política en la noche La American Psychiatric Association señala que no es recomendable leer gran cantidad de noticias y de diferentes secciones en un periodo de tiempo relativamente corto, porque eso afecta a la capacidad de reacción del lector, además de alterar su estado de ánimo. Recomienda que el consumo de información se organice dividiendo las noticias por secciones para leerlos en determinadas horas del día. Más noticias locales Según Clay Johnson, autor del libro 'The Information Diet', localizar la información es la salvación para aquellos que no son capaces de 'digerir' adecuadamente la lectura de las noticias y sus respectivos análisis. Leer las noticias de su barrio o ciudad es mejor para su cerebro que estar atento a las informaciones del país, del mundo o del universo. Los subtítulos son más útiles que los titulares De acuerdo con los psicólogos de la Universidad de Yale (EE.UU.), al leer es mejor tratar de concentrarse en los subtítulos y no en los titulares. El contenido de los titulares después de largas lecturas de artículos o informaciones crea una sensación de caos y de sobrecarga de información en la memoria. Los subtítulos, por el contrario, a pesar de ser un poco más largos son más asimilables. No lea noticias antes del desayuno El filósofo estadounidense Nick Bostrom considera que el concepto 'consumo de información', no tiene nada de metafórico. Entre el consumo de información y el consumo de alimentos existe mucho en común, ya que el cerebro reacciona a estos dos procesos con impulsos similares. Precisamente por eso los especialistas recomiendan no leer noticias por las mañanas con el estómago vacío, debido a que se envía una falsa señal al cerebro. La consecuencia podría ser estar de mal humor desde el comienzo del día. Lea menos noticias en su 'smartphone' Trate de obtener información de equipos con pantallas grandes. Sherry Turkle, del Instituto Tecnológico de Massachusetts, descubrió en un experimento que las personas que recibían información de los monitores de los ordenadores presentaban menos fatiga y resumían el contenido de la información leída de forma más clara y amplia. Mientras que las personas que leían noticias en 'smartphones' mostraban cansancio y acumulación de información poco ilustrativa. Vaya de los textos largos a los cortos Especialistas de la Escuela de Medicina del Northwestern University descubrieron que es mejor empezar leyendo textos largos porque apacigua y entrena al cerebro, además de filtrar de mejor manera la información. A veces es mejor ver que leer Según Daniel Sieberg, autor del libro 'The Digital Diet', los reportajes de televisión son 'bocadillos dietéticos' de fácil digestión. El procesamiento de imágenes visuales requiere menos esfuerzo por parte del cerebro que el análisis de un texto.

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