miércoles, 14 de mayo de 2014
Sigilosos submarinos del mañana podrían hundir la Armada de EE.UU.
© REUTERS Guang Niu
La Marina de EE.UU. apuesta por las armas de lucha antisubmarina que desarrolló hace décadas. Sin embargo, los submarinos que tratan de detectar son cada vez más silenciosos y difíciles de localizar.
Los submarinos actuales son cada vez más silenciosos, sigilosos y están mejor armados. Y eso podría acarrear grandes problemas para la enorme flota de buques de superficie estadounidenses, dotada de obsoletos medios de lucha antisubmarina, opina el analista de Aviation Week, Bill Sweetman.
El equilibrio táctico entre un buque de guerra y un submarino tiene un impacto estratégico. El submarino no está hecho para una demostración de fuerza. Su arma principal no está diseñada para dañar un barco y que este no pueda cumplir su objetivo, sino para hundirlo: rápidamente y, probablemente, con muchas bajas humanas.
El mejor elemento de disuasión contra un ataque submarino es una sólida defensa, pero en los últimos años esta defensa de marineros de superficie ha ido perdiendo solidez.
Los modernos submarinos diesel-eléctricos son muy difíciles de detectar. Estos sumergibles, de propulsión independiente de aire (AIP), son más silenciosos debido a que la baja velocidad y el uso de energía eléctrica mitigan su ruido.
Cuando un submarino AIP sueco Gotland estaba operando junto con buques de superficie de la Marina de EE.UU. cerca de San Diego en 2005-07, sus marineros pudieron 'confeccionar' un verdadero álbum de fotos de estas naves sacadas por el periscopio del submarino. El sumergible era tan silencioso que se las arregló para tomar las imágenes a una distancia 'a tiro' de los torpedos de los buques de superficie.
Los submarinos AIP son de alta prioridad en los presupuestos de naciones como Singapur, Corea del Sur y Japón. Rusia también ha avanzado mucho en el desarrollo de estos submarinos y ahora los está vendiendo a China.
Suecia, cuyos astilleros Kockums desarrollaron la tecnología AIP para grandes submarinos japoneses clase Soryu (4.100 toneladas), ha dado tanta importancia a esta clase de naves que Saab va a comprar el astillero Kockums para Suecia a ThyssenKrupp.
Los submarinos AIP, que usan el oxígeno líquido almacenado y combustible para generar energía bajo el agua, parecen haber llegado para quedarse, ya sea utilizando el motor sueco de ciclo de Stirling o baterías de combustible, fabricadas por astilleros alemanes ThyssenKrupp o en Rusia.
Las baterías de litio incrementan aún más su rendimiento bajo el agua. Kockums anuncia un avance más en su invisibilidad llamado Ghost, que, al igual que la tecnología de sigilo en un avión, consiste en la cuidadosa mezcla de formas del casco y revestimientos similares a la goma para convertir un submarino en un objetivo difícil de detectar para un sonar.
El futuro de la lucha antisubmarina de la Armada estadounidense se basa en dos nuevos avances tecnológicos: sistemas multiestáticos, activos y coherentes (llamados 'sonares'), o radares de detección automatizada de los periscopios. Hoy en día, los aviones cazasubmarinos principalmente usan boyas sonares, la mayoría de las cuales son dispositivos de escucha pasiva.
La mejor manera de detectar periscopios con la mínima sección transversal radar ha sido objeto de estudio desde principios de 1990, pero la Marina aún no ha anunciado planes para su despliegue. Sin embargo, a partir de las pruebas de Gotland (aunque no fuera una coincidencia), los planes cambiaron a favor de una defensa cercana de portaaviones.
La guerra de superficie puede convertirse en un dilema estratégico. Los 'combatientes' de superficie son de vital importancia para muchas misiones, pero su utilidad puede ser drásticamente limitada por submarinos 'indetectables' que entren en su área de operaciones. Y a medida que otros nuevos submarinos AIP entren en servicio, su uso podría convertirse en un auténtico acto de sacrificio.
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