miércoles, 14 de mayo de 2014
Las empresas detrás de La Bestia
Mauricio Patrón Rivera / Poluxre.tumblr.com
En el viacrucis migrante, nomenclatura cristiana para hablar de los pasos de centro y suramericanos ilegalmente a través de México rumbo a los Estados Unidos, los trenes parecieran ser solo una escenografía. Poco se ha dicho de lo que llevan dentro, de sus dueños, de las privatizaciones zedillistas y de su responsabilidad como columna vertebral de la ruta de los y las migrantes que, en el lomo de La Bestia, se aferran como si pudieran atravesar el cementerio que es México sin poner un pie en el suelo.
Recientemente, intentando exculparse, el gobernador de Veracruz Javier Duarte presentó ante la Procuraduría General de la República una demanda contra las compañías Ferrosur y Kansas City Southern de México (KCSM). El motivo: que han dejado subir a personas migrantes a sus trenes. Con esta acción Duarte obvia que la seguridad en el estado que gobierna es responsabilidad suya.
La compañía Ferrosur tiene una ruta que va desde Coatzacoalcos, Veracruz hasta el centro del país (DF y Pachuca), mientras que KCSM va desde el puerto de Veracruz hasta el DF y Toluca y de ahí parte una línea hacia el que será el puerto más grande de América Latina, en Lázaro Cárdenas, Michoacán, y otra hacia San Luis Potosí y de ahí a Nuevo Laredo o Matamoros, que cruzando a Estados Unidos conecta toda la parte central de aquel país.
Estás son dos de las nueve compañías que operan en el país desde que el ferrocarril fue privatizado con Ernesto Zedillo. Sin bien la primer privatización la realizó Salinas, fue en 1995 cuando el Senado aprobó las concesiones a 50 años que se terminaron de entregar en 1997. Esto dio cabal cumplimiento a la “recomendación” que en mayo de 1992 el Banco Mundial hizo a México pidiendo la privatización.
Otras de las líneas que corren desde la frontera sur es Ferrocarriles Chiapas Mayab (de Vialis Holding). Esta compañía tiene una ruta que va desde la península de Yucatán hacia Tabasco, parando en Tenosique, justo donde inicia una de las rutas migrantes; y la otra que inicia en Tapachula y va hacia Arriaga y luego a Ixtepec. Y junto con Ferrosur ambas tiene derecho de tránsito por el Itsmo de Tehuantepec, desde Salina Cruz hasta Coatzacoalcos.
Rutas de Ferrosur
Estas son unas de las principales vías donde entre 120 mil y 400 mil migrantes transitan al año (según los datos de Segob o de organizaciones de la sociedad civil, respectivamente), y en la cual hasta unas 47 mil personas migrantes han sido asesinadas en los últimos 7 años de guerra, según el Instituto para las Mujeres en la Migración. Además, el padre Alejandro Solalinde, director del albergue Hermanos en el Camino, en Ixtepec, Oaxaca, calcula que al menos 10 mil personas migrantes han sido desaparecidas.
La magnitud de está necropolítica revela que el secuestro, violación y asesinato de personas migrantes en su tránsito por los trenes no son una excepcionalidad. Se trata de una realidad sistemática y estructural que implica tanto la participación de autoridades, como de las empresas de ferrocarril y el crimen organizado.
Sí detener los trenes para realizar emboscadas o permitir que extorcionadores suban a los trenes atrasa la marcha de estos, provocando deficiencias en el servicio de estas empresas, ¿Por que no hacen nada para garantizar el libre tránsito y la seguridad en sus vías? ¿Porque no dan aviso a los gobiernos estatales y federal del trabajo necropolítico que se realiza sobre sus trenes y caminos?
En los y las migrantes se vuelve a configurar el cuerpo fungible, desechable e intercambiable, que se creó con la esclavitud en la economía de la plantación. Cuando ya no se les necesita entonces el aparato de criminalización, que está presente desde que abandonan su hogar, es activado en su contra.
Primero se les obliga a tramitar visados, prácticamente imposibles de obtener, por lo que se opta por la entrada ilegal al país. Esto imposibilita que se transporten por vías como la aérea o los autobuses para llegar a Estados Unidos debido a las políticas de control del Instituto Nacional de Migración y la opción restante es La Bestia. Así, se configuran necropolíticas de control de población.
Para atenuar las condiciones inhumanas de este recorrido la iglesia católica cuenta con una red de albergues para migrantes que son apoyados por la Comisión de Pastoral Social; sin embargo, su dirección fue entregada al obispo de Cuautitlán, Guillermo Ortíz Mondragón, que según Fray Tomás, director del albergue La 72 en Tenosique, Tabasco, tiene una política abiertamente antiinmigrante y xenófoba. Aunado a este cambio se quitó a la hermana Leticia Gutiérrez de la Dimensión de Movilidad Humana, que era fundamental en el apoyo a los albergues, y esto ha provocado el desmantelamiento de todo el trabajo que las 60 casas del migrante en todo el país llevan a cabo.
El diseño del ferrocarril desde el porfiriato se planteó como una forma de complementar al territorio mexicano con los intereses comerciales de los Estados Unidos, como bien explica el investigador militante Andrés Barreda. Esta lógica persiste hasta la fecha en las líneas ferroviarias que no están pensadas para conectar a la población sino para extraer recursos.
Ahora dentro de los vagones, llevan mercancías como granos, combustibles, petroquímicos, cemento, acero, minerales… y por fuera llevan migrantes-mercancías. Las líneas conectan de sur a norte, y solo atraviesan el Istmo de Tehuantepec y antes Veracruz y Acapulco. Cuatro de las salidas marítimas más importantes del país.
Esta política del neoliberalismo (obsoleto y opresor, como bien lo describen en el bancodeconsignas.org) ha resultado un éxito, convirtiendo al ferrocarril en una línea de producción de muerte y en un transporte de migrantes-mercancía.
La migración, como un nuevo movimiento económico, no es libertad de tránsito sino desplazamiento forzado. Lo que en el mundo feliz de Francis Fukuyama (a quien tal vez recuerden por frases como: “ estamos en el mejor de los mundos posibles” y “el fin de la historia”), se entendía por globalización, hoy se traduce en enormes mundos de muerte que se expanden por las fronteras racializadas. La raza, esa ficción geopolíticamente funcional, ha pasado desapercibida como si se tratara de una realidad biológica, manteniendo fuera de la humanidad a los condenados de la tierra.
La propuesta de este artículo es realizar un escrache informativo colectivo. Tal como lo hizo H.I.J.O.S. en la Argentina post dictadura, busquemos y señalemos a los responsables de la tragedia que viven las y los migrante. Sí tienen más información sobre los implicados (sus nombres y sus cargos) en el funcionamiento de este sistema, compartámosla para hacer una investigación colectiva que nos lleve a tomar acción.
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