© REUTERS Denis Poroy
Un ciudadano mexicano demandó a agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE.UU. porque ellos le golpearon, le negaron el tratamiento médico y le metieron en la cárcel sin investigación después de cometer una infracción de tráfico.
El ciudadano mexicano Fernando Figueroa-Barajas ha demandado a los tres agentes del servicio de Inmigración y Control de Adunas de EE.UU. (ICE) por el uso excesivo de fuerza, denegación de tratamiento médico, falta de investigación y violación de la Primera Enmienda a la Constitución después de que pidiera hablar con un abogado y se negara a firmar una sanción.
Fernando Figueroa–Barajas fue arrestado por la Policía en la ciudad de Pascagoula del estado Mississippi en septiembre por conducir sin una licencia válida. La Policía del estado le entregó a los agentes del ICE, informó el portal Courthouse News.
Según afirma Figueroa–Barajas en su demanda, los agentes del ICE le llevaron a un centro de detención, con grilletes en las muñecas, tobillos y cintura, y le acusaron de haber sido deportado previamente y encontrarse por tanto de manera ilegal en el país. Él negó los cargos y dijo haber entrado legalmente en EE.UU.
De acuerdo con la demanda, los agentes exigieron que Figueroa firmara el documento de deportación y golpearon su cabeza contra la mesa varias veces cuando él se negó estampar su firma. Además, cuando Figueroa cayó al suelo los agentes le propinaron varias patadas.
En la demanda se dice que llamaron a los médicos solamente después de que Figueroa vomitara y sufriera convulsiones. Los agentes negaron la agresión y dijeron al personal de enfermería que había tratado de suicidarse.
Tras romper los formularios de alta del hospital, los agentes de inmigración colocaron a Figueroa a en una celda de aislamiento, donde permaneció durante más de cinco meses.
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