martes, 4 de agosto de 2015
Científico mexicano desarrolla nanopartículas de oro contra rosácea
LA CRÓNICA Un científico mexicano desarrolla nanopartículas de oro para combatir la enfermedad de la rosácea, padecimiento dermatológico que afecta a más de 40 millones de personas en todo el mundo y a más de mil mexicanos.
La rosácea se confunde en muchas ocasiones con el acné, pero la principal diferencia son los cambios que surgen en la nariz, dijo el estudiante de la Universidad de Barcelona, en España, David Limón Magaña, en una entrevista con la Agencia Informativa del Conacyt.
“La rosácea es un padecimiento más agresivo que el acné, ya que en la mayoría de los casos cambia el aspecto de la piel, principalmente en la zona de la nariz”, indicó Limón Magaña.
Aunque aún no se sabe que origina este padecimiento dermatológico, se conoce que su origen es por una predisposición genética, sin embargo, no se encuentra ese gen específico, mencionó el científico mexicano.
Una vez que la rosácea aparece por primera vez hay muchos factores que la empeoran, como las bacterias sobre la piel, las comidas picantes o muy calientes, los rayos del sol, el clima muy cálido o muy frío.
De acuerdo con estudios recientes, los pacientes con rosácea no tienen una adecuada producción de la enzima Kallikrein 5, por lo que en las personas sanas esta enzima se encarga de “fabricar” antibióticos naturales en la piel.
Pero, en el caso de los pacientes con rosácea esta enzima no funciona de manera correcta, pues lo que produce son sustancias que crean mucha inflamación.
“Por tal motivo, lo que propongo con mi investigación es crear unas nanopartículas de oro que ayuden a inhibir esta enzima. Por su tamaño, de aproximadamente 10 nanómetros, las nanopartículas suelen dirigirse más hacia los sitios donde hay inflamación, como es el caso de la piel en las personas con rosácea”, dijo el mexicano.
“Aunque también, estamos incorporando anticuerpos para que tengan más afinidad por el sitio de acción”, añadió.
El proyecto de Limón Magaña se encuentra en fase de desarrollo, por lo que se hacen pruebas para analizar de qué forma se pueden aplicar las nanopartículas.
“Llevar un medicamento al mercado siempre es un proceso que dura muchos años. En principio, la ventaja de usar transportadores de fármacos permite ponerlos a menor dosis y, con ello, mermar el costo”, mencionó.
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