jueves, 17 de diciembre de 2015
Alertan incremento en consumo de cigarros electrónicos entre jóvenes
LA CRÓNICA El cigarro electrónico es una puerta de entrada de los jóvenes sanos y no fumadores a la adicción a la nicotina, ya que quienes lo usan producto tienen más riesgo de fumar cigarrillos convencionales, señala un estudio del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), que realizó una investigación entre más de 10 mil adolescentes con un promedio de edad de 12.4 años.
Una encuesta realizada por el instituto refiere que 51% de los jóvenes reportó conocer el cigarro electrónico, aún cuando hay una prohibición total en nuestro país sobre su promoción y venta.
De acuerdo con el INSP, el objetivo del trabajo de investigación, realizado en las ciudades de México, Guadalajara y Monterrey fue conocer la actitud e información existente entre los adolescentes sobre tabaco, alcohol y otros productos relacionados. Detectaron que el cigarro electrónico es el nuevo producto que resalta por su impacto.
Los datos encontrados en esta encuesta, comparados con los de la investigación de 2012, muestran que los adolescentes no fumadores tienen mayor conocimiento sobre los cigarros electrónicos que los adultos fumadores.
La encuesta apunta que en cuanto a su consumo, 10% de los adolescentes encuestados dijo haber probado el cigarro electrónico y 4% reportó que no ha probado otros productos de tabaco como cigarros convencionales, jóvenes que en su mayoría son menores de edad.
El instituto de salud puntualiza además que, al igual que en los cigarros convencionales, los jóvenes son atraídos al consumo de cigarros electrónicos mediante el uso de soborizantes. Aquellos que usaron el cigarro electrónico reportaron haberlo probado con sabor frutal (40%), sin sabor añadido (21%), y con mentol (13%).
Dentro de los datos que refiere el instituto también destaca que el 20% de los encuestados considera dicho producto menos dañino que el cigarro convencional, teniendo como base las afirmaciones hechas en sitios (físicos y web) donde se venden estos.
“Sin embargo, aún no hay información basada en evidencia científica ni en México ni en el mundo que permita afirmar que los cigarros electrónicos son menos dañinos que los convencionales”, informó el INSP.
Entre los factores que se encuentran relacionados a probar el cigarro electrónico están el género masculino; tener padres, familiares o amigos que fuman; ser buscadores de sensaciones; y, principalmente, la percepción de que el cigarro electrónico es menos dañino, cuando que esto no se ha evidenciado científicamente. “Esto, unido a una tendencia al uso de la tecnología, especialmente internet, como fuente de información y entretenimiento”, dice el INSP en un comunicado.
VAPOR TÓXICO. Aún cuando no existe combustión, el vapor de un cigarro electrónico contiene una combinación de sustancias químicas —algunas incluso presentes en los cigarros convencionales—, entre las que se encuentran nicotina, propilenglicol, glicerina vegetal, polietilenglicol, agua y saborizantes artificiales. Según la OMS, dependiendo de la marca este vapor puede contener sustancias tóxicas y compuestos cancirnógenos en menor o igual magnitud que en el humo de cigarro. El vapor también transporta partículas muy pequeñas (ultra finas) que pueden afectar a la salud, estas partículas son de las mismas magnitudes que el humo de tabaco, pero en menor cantidad.
En otras investigaciones, señala el INSP, se han encontrado partículas de estaño, plata y níquel, principalmente; así como de hierro, cerio, lantano, bismuto y zinc, en el vapor, esto debido a que los cigarros electrónicos contienen un filamento o resistencia que se calienta hasta vaporizar el líquido.
PROHIBIDOS. A finales de agosto de 2015, la Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió un informe para exhortar a los países en la necesidad de prohibir el uso de los Sistemas Electrónicos de Administración de Nicotina (nombre científico para los cigarros electrónicos, e-cigs o vaporizadores). En el documento, la OMS muestra su preocupación por el aumento en el uso de estos dispositivos que administran nicotina, una sustancia altamente adictiva, pero sin usar tabaco y que no producen humo sino vapor, un vapor con mucho más que agua.
México es uno de los países en los que la venta de cigarros electrónicos se encuentra prohibida por el artículo 16 de la Ley General para el Control del Tabaco, en el que se estipula que se prohíbe “Comerciar, vender, distribuir, exhibir, promocionar o producir cualquier objeto que no sea un producto del tabaco, que contenga alguno de los elementos de la marca o cualquier tipo de diseño o señal auditiva que lo identifique con productos del tabaco”.
La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) ha reiterado que los cigarros electrónicos no cuentan con registro sanitario como medicamentos o dispositivos médicos, por lo que el uso supuestamente terapéutico no ha sido comprobado por dicha institución.
No obstante, a pesar de su prohibición los cigarros electrónicos continúan comercializándose en México. En mayo de este año Cofepris decomisó 489 piezas de estos productos y aplicó multas por 1.2 millones de pesos. La venta de estos productos también se realiza en internet. Una búsqueda rápida con el término “cigarro electrónico” a través de internet arrojó más de 10 páginas web en las que pueden comprarse este producto y recibirlo en casa, con solo con una tarjeta de crédito. “Por lo anterior, es necesario fortalecer los mecanismos para controlar la importación, venta y distribución de estos productos”, enfatizó el INSP.
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