viernes, 18 de diciembre de 2015

Utópico el aumento al salario mínimo: Las incongruencias de la CONASAMI

Por Arlen Jaime Merlos El pasado 11 de diciembre la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (CONASAMI), aprobó 2.94 pesos de aumento al salario mínimo para el año 2016, siendo entonces que a partir del 1º de enero del próximo año, el salario mínimo será de 73.04 pesos por día. Resolución que ha provocado gran indignación y rechazo pues es evidente que un salario de 73 pesos no permite a un trabajador acceder a la canasta básica alimentaria. Y desde luego resultaría imposible combatir los graves niveles de pobreza y las profundas desigualdades que se viven en nuestro país; es por ello, que esta resolución abre incógnitas y grandes preocupaciones. Hoy en día, México es el único país de Latinoamérica con un salario mínimo inferior al umbral de la pobreza extrema. Por ello, es necesario exigir un debate nacional para promover la recuperación del salario mínimo que lo eleve al nivel dictado por la Constitución; y con esto me refiero al derecho constitucional que garantiza que cualquier persona tenga un salario digno y pueda cubrir sus necesidades básicas y las de su familia. Según cálculos del Coneval del año 2014, para poder acceder a la canasta básica alimentaria contemplaba para ese año un salario mínimo de 83 pesos diarios y de 171 pesos para poder cubrir la canasta básica ampliada. Es incuestionable la recuperación del salario mínimo en nuestro país que vaya encaminada a los más desfavorecidos, razón por la cuál, el salario mínimo debe ser un tema central en la agenda nacional. El primer paso se ha dado con la aprobación de la desindexación o desvinculación del salario mínimo; sin embargo, es necesaria su progresiva recuperación. La incongruencia califica a la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami), en primer lugar porque se pretende reflejar que la aprobación del salario mínimo se acuerda entre el gobierno, los empresarios y los trabajadores representados por sus sindicatos; sin embargo, la desición la define el gobierno federal, a través de la Secretaria de Hacienda y Crédito Público. Juzguen ustedes radioescuchas, si no resulta incongruente, que esta Comisión apruebe un salario mínimo de 73.04 pesos diarios para el año 2016, mientras que su Presidente percibe un salario de 173 mil 436 pesos mensuales; es decir, percibe un salario de 5,781 pesos por día. Ante esto, surge la necesidad de que la Conasami desaperzca, para que así la política salarial no continúe subordinada a la decisión del presidente de la República. Y se deje de ignorar que el derecho al salario mínimo digno es la base para garantizar cualquier otro derecho constitucional en un sistema democrático. Es urgente que México, deje de ser un país de trabajadores pobres.

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