Deja elección vecinal en Naucalpan sinnúmero de lecturas en la construcción de los mañanas

• Reconocida es la alta participación ciudadana en la jornada cívica a delegados, subdelegados y Copacis. • Del proceso que aún y no fenece en su totalidad, lo rescatable y trascendente es el surgimiento de liderazgos emergentes que aspiran a un mejor destino y sin el “compromiso político” con nadie…

Por Mario Ruiz Hernández A ocho días de haberse llevado a cabo la elección de representantes vecinales aquí en Naucalpan, vale reconocer dentro de muchas cosas favorables o no, el alto nivel de participación ciudadana en estos comicios del pasado 20 de marzo de 2016. En verdad, que la cruzada cívica rebasó por mucho las expectativas que se tenían, y eso fue para todos. La votación total emitida, superó el 50 por ciento, respecto a la elección constitucional del año pasado, al ubicarla en más 150 mil sufragantes, cuando en otros procesos de igual naturaleza, apenas se llegaba al 20 por ciento. Nunca antes, en este tipo de elección los índices de participación habían alcanzado tales registros y quizá, eso tenga que ver con el surgimiento de nuevos liderazgos emergentes. Es decir, la germinación de una justamente nueva generación de cuadros ciudadanos, y por qué no decirlo también, de la partidocracia (PAN, PRI, PRD, PVEM), ésta última, habida de acrecentar su militancia, que continúa siendo la misma al menos de 20 años atrás. Por ello, incluso ninguna de esas “élites de poder” ha crecido en términos reales en sus estructuras territoriales; los de siempre, siempre movilizando el voto para un lado o para el otro. Sin embargo, de las múltiples lecturas de la elección con sus bemoles, inconsistencias y situaciones de orden, imposible es desmeritar esa parte del interés público. En relación a la construcción de escenarios futuros, claro que algo ocurrió ese “Domingo de Ramos”, en el que en el propio barrio, la colonia popular y los tradicionales pueblos, alguien ya alzó la mano y dejó ver, estar “hasta la madre de cacicazgos” que en reiterado ocasiones, han fragmentado y polarizado la armonía, unidad y estabilidad social entre vecinos. Por otra parte, y comunicarlo asimismo como es-la indiferencia y desinterés de la ciudadanía- al posibilitar la inscripción de fórmulas y planillas únicas a delegados, subdelegados y Consejos de Participación Ciudadana (Copacis), para que alguien se convierta en una especie de gestor ante la alcaldía y resolverles sus necesidades apremiantes, entre otras reflexiones. Lo trascendente decía, en el diseño inevitable de los futuros es lograr instaurar ese gran “poder ciudadano”, que ahoramismo legitimaron las urnas por encima de los intereses partidistas. En realidad, sustentar ese enorme contrapeso en las adversidades y los estados de crisis política y social que existe. A la vez, voltear la mirada y entender que Naucalpan ya no es el mismo, ese de las pequeñas y grandes familias que lo han gobernado, de grupos perversos y anquilosados que no mutan, que no se transforman, que no cambian, y continúan pensando en “la despensa, las playeritas, gorritas, los bultos de cemento, los amores perros, pactos y complicidades en corto”. El mensaje es tan contundente como claro, una nueva clase social y liderazgos emergieron en colonias populares, y que han logrado pasar su estatus de precisamente una según clase baja, a media y alta, en la que indefinidad de profesionistas que habitan en esos lugares, son personas de éxito Empresas del nuevo mundo, tienen en sus filas a gente de comunidades populares de Naucalpan en las gerencias y los cargos de dirección; académicos, médicos, abogados, científicos, etcétera, etcétera, y ya “tampoco se la comen”-insisto- para evaluar el mañana. Puntualmente, asimilar que estamos en otra realidad, en otro momento histórico, y lo anterior es para todos, gobierno, partidos políticos y ciudadanía, en donde la metamorfosis “ahuevo” y por condición natural, tiene que darse en las distintas áreas de oportunidad, tanto afuera como adentro de la gerencia, aún y con ese dolor que pueda surgir a partir del desarrollo urbano, el reordenamiento de “La Ciudad Madre-San Bartolo”, y un artero acumulado de pendientes.