Nicolás Romero.- Edoméx.-Residentes de la colonia Francisco Saravia, de esta localidad, rechazan la construcción de una estación de abasto y almacenamiento de gasolina, porque consideran pone en riesgo sus vidas y la tranquilidad de la comunidad, pues se construye en plena zona habitacional ubicada al pie de la carretera Nicolás Romero-Atizapán.
“Es una violación al uso de suelo de la zona y pone en riesgo la vida de los habitantes de colonias aledañas y el gobierno municipal, encabezado por la Alcaldesa Angelina Carreño Mijares, permite la construcción de la gasolinería, denuncian representantes vecinales Laura Díaz y Antonio Domínguez.
Agregaron que además del riesgo que representará la nueva estación de abasto de combustible para sus vidas y bienes, también “generará caos vial en la de por si saturada carretera principal de acceso a Nicolás Romero, por el lado de Atizapán donde se asientan las colonias, además de la ya señalada la Campestre Liberación y Clara Córdova Morán, que son las más cercanas; pero la zona en su totalidad es habitacional, afirmaron
“La nueva estación de servicio causará miedo e incertidumbre a quienes viviremos cerca de ella, pues conocemos de accidentes, explosiones e inclusive la inseguridad que generan las gasolinerías; además que se supone que esta zona es de uso de suelo habitacional, pues hay casas a menos de cien metros de la construcción”, aseguró al vocera vecinal, Laura Díaz
En un recorrido por la zona, se pudo constatar que alrededor de lo que será la estación de gasolina hay viviendas, además de un plantel educativo, incluso una estación de verificación vehicular. Otro de los argumentos expuestos por vecinos inconformes, es que la instalación de dicha estación de servicio aumentará el caos vial de la zona, principalmente en la carretera Nicolás Romero-Atizapán, principal arteria de ingreso al municipio.
“La construcción la permitió la Alcaldesa Evangelina Carreño; pero, a decir verdad, a ningún vecino de la zona preguntaron, consultaron o pidieron opinión sobre la necesidad que podríamos tener de una gasolinería cerca para abastecernos de combustible y si nos hubieran preguntado seguro habríamos dicho que ¡no¡, porque es un riesgo para nuestras vidas”. “Se supone es de alto impacto y requiere diversos permisos federales y estatales, inclusive requiere el visto bueno de los vecinos, dijo la entrevistada; pero nada de eso han mostrado las autoridades ni constructores”, acotó.
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