• Los distintos intereses y las designaciones de candidatos desde el centro, lo han venido hundiendo, a grado tal que llegó un nuevo dirigente enviado por los jurásicos líderes, para sacar adelante el proyecto Mead, con "las mañas de antes y sus mapacherías".
Por Mario Ruiz Hernández
1ª. de dos partes
VALLE DE MÉXICO., a 6 de mayo del 2018.- Es eminente que, los resultados de las encuestas mantienen a AMLO en las preferencias electorales en el país, y con ello, ha movido las cosas.
José Antonio Meade, de la coalición Todos por México (PRI, PVEM y PANAL), es ubicado en el tercer lugar y difícil será revertir la intención del sufragio o “darle vuelta”.
A su vez, Ricardo Anaya, de la alianza Por México al Frente (PAN, PRD, y MC), está colocado en un segundo lugar y el único que puede cambiar esas estimaciones.
Sinceramente, la elección se está cerrando entre dos, en la que de los resultados de los últimos ejercicios de medición, mostraron que el PRI retrocedió y con ello agotaran la paciencia.
En la semana misma, el CEN nombró a René Juárez Cisneros como nuevo dirigente del partido, sustituyendo a Enrique Ochoa, sin que éste pudiera impactar en las estructuras de tal instituto.
Aunado a que no logró convencer a los viejos e influyentes priistas, los cuales se sintieron marginados por los “tecnócratas que fueron impuestos desde Los Pinos”. Meade está en tercer lugar y retrocediendo, y sus candidatos.
En ocho de las nueve entidades, en las que habrá cambio de gobernador, no ocupan el primer lugar en las preferencias.
Asimismo, y con respecto al Valle de México, en donde se encuentra el mayor peso electoral del país, las tendencias son similares a la elección presidencial.
Al menos, en la franja intermunicipal de Tepotzotlán a la CDMX; pasando por el Valle Cuautitlán, Ecatepec, Tultitlán, Coacalco, Tlalnepantla, Atizapán de Zaragoza, Nicolás Romero, Naucalpan y Huixquilucan,
Igualmente, ocurre en el oriente del Edomex; en Neza, Valle de Chalco, Ixtapaluca, y en el sur mexiquense, en donde se presume de una jornada dividida- y observar “el voto verde-rural”.
Ante este panorama, aparentemente irreversible, las lecturas del arribo de Juárez en su mayoría son interpretadas como el regreso de los viejos priistas al mando del partido.
El retorno de los dinosaurios, dirían algunos, para hacer lo que saben, “ganar elecciones” empleando toda su “sabiduría” y aplicando “las mañas” que los llevaron al poder.
Juárez Cisneros, señaló que viene “de las entrañas” del partido, llamó a la construcción de la unidad interna, pidió que nadie se autoexcluya y dijo que todos los militantes son necesarios para enfrentar el desafío más grande y complejo de la historia del partido, cuando no hace más de dos meses atrás, excluyeron a la gente a través del “dedazo” de la cancillería y otras secretarias de estado.
1ª. de dos partes
VALLE DE MÉXICO., a 6 de mayo del 2018.- Es eminente que, los resultados de las encuestas mantienen a AMLO en las preferencias electorales en el país, y con ello, ha movido las cosas.
José Antonio Meade, de la coalición Todos por México (PRI, PVEM y PANAL), es ubicado en el tercer lugar y difícil será revertir la intención del sufragio o “darle vuelta”.
A su vez, Ricardo Anaya, de la alianza Por México al Frente (PAN, PRD, y MC), está colocado en un segundo lugar y el único que puede cambiar esas estimaciones.
Sinceramente, la elección se está cerrando entre dos, en la que de los resultados de los últimos ejercicios de medición, mostraron que el PRI retrocedió y con ello agotaran la paciencia.
En la semana misma, el CEN nombró a René Juárez Cisneros como nuevo dirigente del partido, sustituyendo a Enrique Ochoa, sin que éste pudiera impactar en las estructuras de tal instituto.
Aunado a que no logró convencer a los viejos e influyentes priistas, los cuales se sintieron marginados por los “tecnócratas que fueron impuestos desde Los Pinos”. Meade está en tercer lugar y retrocediendo, y sus candidatos.
En ocho de las nueve entidades, en las que habrá cambio de gobernador, no ocupan el primer lugar en las preferencias.
Asimismo, y con respecto al Valle de México, en donde se encuentra el mayor peso electoral del país, las tendencias son similares a la elección presidencial.
Al menos, en la franja intermunicipal de Tepotzotlán a la CDMX; pasando por el Valle Cuautitlán, Ecatepec, Tultitlán, Coacalco, Tlalnepantla, Atizapán de Zaragoza, Nicolás Romero, Naucalpan y Huixquilucan,
Igualmente, ocurre en el oriente del Edomex; en Neza, Valle de Chalco, Ixtapaluca, y en el sur mexiquense, en donde se presume de una jornada dividida- y observar “el voto verde-rural”.
Ante este panorama, aparentemente irreversible, las lecturas del arribo de Juárez en su mayoría son interpretadas como el regreso de los viejos priistas al mando del partido.
El retorno de los dinosaurios, dirían algunos, para hacer lo que saben, “ganar elecciones” empleando toda su “sabiduría” y aplicando “las mañas” que los llevaron al poder.
Juárez Cisneros, señaló que viene “de las entrañas” del partido, llamó a la construcción de la unidad interna, pidió que nadie se autoexcluya y dijo que todos los militantes son necesarios para enfrentar el desafío más grande y complejo de la historia del partido, cuando no hace más de dos meses atrás, excluyeron a la gente a través del “dedazo” de la cancillería y otras secretarias de estado.
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