La mañana de este lunes el número de muertos por la explosión en una toma clandestina de hidrocarburo en Tlahuelilpan, en Hidalgo, pasó a 89 personas, según informaron fuentes oficiales.
El doctor Jorge Alcocer, Secretario de Salud federal, en conferencia de prensa en Palacio Nacional, dio a conocer que cuatro personas que se encontraban hospitalizadas murieron entre la noche del domingo y la mañana de este lunes.
Horas antes y acompañado del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, el gobernador de Hidalgo, Omar Fayad, dijo que el saldo aumentó tras encontrarse cuerpos en la zona cero del suceso y por la muerte de otras personas ya hospitalizadas.
De los hospitalizados, siete son menores de 18 años; 30 personas de entre 18 a 29 años; 36 de entre 30 y 54 años, y una de 63 años.
Entre los heridos hay ocho menores de edad, uno de ellos de 12 años, añadió Fayad.
El estallido ocurrió en la comunidad de Tlahuelilpan, a unos 120 km de la capital, luego de que un ducto fuera perforado por traficantes de combustible y cientos de personas, incluidas familias enteras, se lanzaron para llevarse gasolina en contenedores.
Imágenes de televisión mostraron altas llamas hacia el cielo nocturno, mientras la tubería se incendiaba en el municipio de Tlahuelilpan, a pocos kilómetros de la refinería de Tula.Por otro, lado la Comisión Nacional de los Derechos Humanos envió una queja contra la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), por posibles omisiones e inacción por parte de los servidores públicos, federales, locales y municipales, para controlar la fuga que presentaba el ducto, así como para prevenir o intentar mitigar los riesgos de afectaciones a la población civil.
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