• San Bartolo alcanzó el límite del desorden, no hay control, tampoco hay ley. El lugar es el espejo del gobierno en turno y del color que sea. Igual y quizá hasta peor.
Por Mario Ruiz HernándezNAUCALPAN, Méx., a 23 de diciembre del 2019.- Prácticamente en la víspera de la Natividad, Naucalpan centro, la cabecera municipal, llegó a su máximo, a su tope.
Es decir, a más no poder del colapsado perímetro Urbano, el cual es imposible caminar entre tanto comercio en la vía público, paraderos de micros y combis, y falta de respeto al peatón.
Este primer cuadro de la demarcación, la majestuosa cabecera que parte desde la zona Industrial de Rancho Urbina, hasta Periférico Norte, la calle 5 de mayo, enfrenta el completo caos.
Sin embargo, lo más crudo, lo más delicado es ese polígono urbano que ninguna autoridad municipal del partido político en el gobierno que éste sea, ha podido a efecto de poner orden.
El centro, el corazón mismo de Naucalpan está ahorcado, a causa del desbordante crecimiento del comercio en sus diversas modalidades y lo va a ser hasta después del Día de Reyes.
Ese gran tianguis, esa enorme plaza callejera, no cede ante la omisión gubernamental que todos miramos cotidianamente, y aún y más lo que socializamos en el legendario San Bartolo.
Hoy en día, en el mercado callejero que ya desde hace poco más de seis meses atrás, rebasó a la autoridad, y logró apoderarse del espacio público que es de todos al posibilitar la progresión anárquica.
Las vialidades con frecuencia son devoradas, la precisamente “calle Morelos”, la saturaron de puestos y tendajos, así como sus aceras por donde debe caminar la gente. La arteria está cerrada.
En la más alta temporada, sin lugar a dudas la de diciembre, el caos es todavía mucho peor, a la vez de la completa competencia desleal contra el comercio establecido.
La verdad es que no se puede caminar en ese espacio público, característico de diversas y numerosas lecturas que van en el orden político, social y económico, entre otros análisis.
Mientras tanto, lo que sí es una realidad, que esto crece y crece y crece, sin un control y los presumibles “moches” que suponemos habrían quedado en la historia, continúan grotescamente.
Claro que sí, que sí hay según cuotas a inspectores, notificadores y verificadores, bajo la figura Anticonstitucional y no regulada, “Promotores de la Legalidad y/o ilegalidad”.
En ella, en la figura en otras áreas de la gerencia, igual ocurre, en inspecciones en Desarrollo Urbano, en negocios establecidos, y empresas u otros giros, en factibilidades y usos del suelo.
Pero sin duda, aquí en el Naucalpan centro, la peor pesadilla Urbana de la última década en la que año tras año, la misma parodia de la impunidad, y corrupción.
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