·La economía podría caer en un 6% del PIB.
·Se generará más de un millón de nuevos desempleados y aumentarán las familias que demanden atención inmediata.
La Dirigente Nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD) Adriana Díaz Contreras pidió al presidente de la República asuma una perspectiva de nación, con una visión realista y capaz de reconocer que la economía mexicana podría caer en un 6% del Producto Interno Bruto (PIB), se generarán más de un millón de nuevos desempleados y aumentarán las familias que demandan atención inmediata por la falta de ingresos.No es suficiente con reconocer el tamaño del daño sanitario, social y económico que causará la pandemia, como lo hizo en su mensaje del sábado 18 de abril y defender las recomendaciones sanitarias del Doctor Hugo López-Gatell ante las voces que cuestionaban su credibilidad, se requiere de acciones más eficaces para salir pronto de la crisis, subrayó la dirigente perredista.
Agregó que diversos países están destinando inversiones por arriba del 10% del PIB, y lo que anuncia el presidente López Obrador no superan el billón de pesos, en tanto que sectores empresariales consideran que se requieren de dos billones para salir de la crisis, “una inversión del 10% del PIB rondaría los 3 billones de pesos mexicanos”.
La integrante de la Dirección Nacional Extraordinaria dijo que el presidente debe superar la visión ideologizada propia del siglo XIX, dogmática y principista, para reconocer la realidad de la crisis y la magnitud de las inversiones que se requieren, solo así se podrá alejar de la simple retórica que busca calmar a los mercados y a la opinión pública.
Añadió que los mexicanos necesitamos certidumbres, y el presidente nos debe decir cómo y de dónde se obtendrán los recursos necesarios para hacer frente a la actual crisis, para que el plan presidencial no se quede a la mitad del camino, por ello, el PRD propone las siguientes cinco acciones:
1. Ampliar la capacidad financiera del Estado para enfrentar los actuales tiempos difíciles, con base en la contratación responsable de deuda pública destinada en exclusiva a la reactivación económica y en flexibilizar el manejo del superávit fiscal. Además, se deben reordenar las prioridades del presupuesto público para una política anticíclica, revisando la viabilidad financiera y técnica de los megaproyectos para destinar los recursos que se liberen a las actividades que reactivan de manera inmediata la economía.
2. Atender las demandas de los sectores que están fuera de los programas sociales que han perdido sus ingresos, mediante un seguro temporal al desempleo, de al menos cuatro meses.
3. Reconocer a las micro, pequeñas y medianas empresas como un sector estratégico para evitar que su quiebra genere desempleo masivo. En congruencia, deberán ser apoyadas para sostener su capital de trabajo mediante la ampliación de los créditos a bajas tasas de interés; apoyos fiscales; prórrogas para los pagos del seguro social y del Infonavit, así como reducción en las tarifas de los energéticos que consumen.
4. Responder a la demanda de los sectores productivos para llamar desde la presidencia de la República a un gran Acuerdo Nacional para la Reactivación Económica, el empleo y el bienestar.
5. Finalmente, con relación a la estrategia de combate a la pandemia, pasar de la mitigación a la erradicación. Reconocer que los casos confirmados que se informan al día, es solo una parte de los enfermos. Que ya hay más de 56 mil contagiados y que es prioridad ubicarlos para controlar y erradicar la expansión del virus, mediante la aplicación de las pruebas de diagnóstico a todos los mexicanos.
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