· En el tiempo y sobre todo en los últimos años, la industria inmobiliaria se ha encargado de establecer un espacio exclusivo, con abrupto cambios de los Usos del suelo y densidades, para la edificación de torres que rebasan los 40 pisos, con fatales contrastes Urbanos.
Por Mario Ruiz Hernández
VALLE DE MEXICO., a 12 de enero del 2021.-De los claros contrastes que prevalecen en la progresión Urbana, no deja de sorprender aún y hasta nuestros días, la especulación de la tierra.
Entre un municipio a otro, es fatal el diseño del Novo hábitat, en un lugar tenemos desarrollos del Primer mundo, mientras que al lado, en su periferia, asentamientos marginales, carentes de servicios.
La realidad es asombrosa y por ejemplo y así de entrada, en la analogía Huixquilucan y el Naucalpan de hoy en sus límites territoriales y ahí está la Colonia Vicente Guerrero, Minas Tecolote y El Cadete.
Identificar a Bosques Real, en aquel paradisíaco perímetro, en el que en los últimos años la industria inmobiliaria, ha creado enormes y presumibles “moles de impunidad y corrupción” impactantes.
Los proyectos de todo tipo de complejos habitacionales son una completa realidad, en la que todavía el año pasado Desarrollo Urbano y Metropolitano estatal le aprobó a Huixquilucan la construcción de 16 mil 108 nuevas viviendas.
Lo anterior, representó un aumento del 22 por ciento respecto a las 72 mil 664 que existían en 2015 en todo el Municipio, de acuerdo con el Inegi, según la investigaciones de medios nacionales.
El inmobiliarismo, la asociación de Urbanistas presumiblemente entre ellos, Luis Cota, Carlos Corral y Joaquín Álvarez Ordoñez, han creado un claro emporio en esa zona.
Por otra parte, algunos desarrollos van de dos a cuatro viviendas y también se han avalado proyectos como uno en Bosque Real, donde se proyectan 664 viviendas por Banco Monex, aprobado en 2018.
Antes, en Huixquilucan se dio la mutación de una de las mayores densidades con la aprobación del Conjunto Urbano BR, en Ex Ejido San Bartolo Coatepec a favor de Consorcio Inmobiliario Lomas.
Más adelante, fue aprobado otro conjunto urbano mixto llamado Cima del Bosque, que añadió 5 mil 564 viviendas por construirse, de acuerdo al Periódico Oficial del 25 de septiembre de 2017.
Sin embargo al actual y denominado “Nuevo Panamá” en el Edomex, ha enfrentado una serie de controversias de sus propios habitantes en una lucha social para evitar mayores impactos urbanos.
El crecimiento desproporcional y el cambio de uso de suelo han permitido la edificación de torres de entre 52 y 72 pisos, dejando una serie de conflictos vecinales en sus descargas residuales, entre otros.
En ellos y en predios y en vialidades como Avenida Jesús Monte, Palo Solo, Interlomas, Anáhuac, Magnocentro y Río Borracho.
Las densidades igual, han sufrido cambios abruptos en fraccionamientos, en la que las estimaciones eran de una vivienda cada 300 metros cuadrados, y se tenían prohibiciones, ahora ya no.
La nueva norma establece que cualquier inmobiliaria puede construir hasta 72 pisos en los predios donde se dio este uso de suelo y se podrían construir entre 70 mil y 100 mil viviendas más.
La situación delicada en el mediano plazo, debido a que Huixquilucan aún y hoy, y con todo lo mediático de su gobierno, enfrenta una serie de conflictos en esa parte de la mayor riqueza.
La explotación de los recursos hídricos, la falta de vialidades y digamos el ingresar al también Huixquilucan tradicional y otros centros Urbanos es la “locura”.
Referir ese municipio facilitador y por algo, los multimillonarios recursos recaudados vía impuesto predial y otros servicios, el nivel de negocios del primer mundo, con un pueblo demasiado pobre.
Lamentablemente el último lustro aumentó los justamente contrastes, entre ese Huixquilucan global y el de los municipios de la mayor riqueza en América Latina, con aquel de Montón Cuarteles o Allende.
Aunado, al tremendo mestizaje, el de los Pueblos Árabes y Libaneses, contra los otomíes, mazahuas y nahuas, en Zacamulpa, “El Cerrito”, Santa Cruz Ayotuxco, Llano Grande y Agua Bendita.
Finalmente, el plusvalor de la tierra, el asentamiento de un gobierno de buenos principios y el Bien Común que al menos no se refleja, actuando como auténticos neoliberales y burgueses, frente a un proletariado ancestral y excluido de la modernidad.
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