• Más de un millar de personal de confianza “les han dado las gracias” así de manera sorpresiva, de un aparato de más de 8 mil servidores públicos.
Por Mario Ruiz Hernández
NAUCALPAN, Méx., a 13 de julio del 2021.- Al último semestre del año, y a unos días de que la burocracia municipal entre a su segundo periodo vacacional oficial, hay ajuste en el gobierno local.
El delicado tema, el despido escalonado y hasta masivo de personal de confianza, que seguramente en esta primera quincena de julio, les darán las gracias de manera sorpresiva.
En ese sentido, y desde que pasó la elección del domingo 6 de junio con los resultados obtenidos y en el que el partido en el poder público (morena) perdió, dio inicio el adelgazamiento de las nóminas.
Hasta el momento los trascendidos, son más de un millar de empleados de confianza y en el que los recortes han sido una constante, además de los que todavía se esperan al final de este mes.
Aunado, al decremento de los denominados techos financieros asignados a síndicos y regidores, entre ellos asesores y personal adscrito a las propias oficinas de trabajo y en otras áreas de la administración pública municipal, quienes igual, han venido sufriendo de sus pagos oportunos.
Por otra parte, la notable separación de un número importante de personal de lista de raya, pero también de nómina en servicios públicos, desarrollo Urbano, Desarrollo Económico, Desarrollo Social y Obras Públicas.
La dimisión es gradual en todas y cada una de las dependencias de gobierno, así como en la estructura básica de servidores públicos del ayuntamiento, operando con sólo personal sindicalizado.
Destacar y entre otras mermas, en los insumos, falta de gasolina y gas al parque vehicular, en unos casos en proporciones del 50 por ciento y en otros de plano no registran ningún tipo de recursos.
“El agua, ha llegado hasta el cuello”, peyorativamente hablando y agregar por si fuera cosa menor, la suspensión de uno y demasiados privilegios al aparato de gobierno integrado por más de 8 mil empleados de confianza del ayuntamiento, el Oapas y sindicalizados.
En otro orden, resaltar asimismo, todavía el alto endeudamiento público que enfrenta Naucalpan, la falta de liquidez y confianza entre otros supuestos para invertir en el territorio, debido a los elevados niveles de criminalidad e incumplimiento de compromisos.
Insistir que, Naucalpan está técnicamente quebrado y devastado, no hay dinero ni para “lo más sagrado, los salarios” de cualquier categoría ahoramismo de empleados e incluso hasta de ediles.
Las condiciones y el panorama completamente gris; la inexactitud en la previsión y sobre todo inteligencia en la hacienda pública, ha llevado al municipio al límite.
De acuerdo con el Reporte de Vulnerabilidad Financiera, las haciendas locales mostraron una baja capacidad para generar ingresos propios e ineficiente manejo del gasto administrativo.
Apuntó el estudio que la pandemia global de la Covid-19 profundizó esa debilidad justamente financiera y también aumentó la opacidad, en la que prevaleció una disminución generalizada en la captación de ingresos, donde destaca la baja recaudación de los impuestos municipales, debido a la suspensión de la economía nacional.
Finalmente, no existió el orden en la finanzas municipales, los pasivos siguen creciendo y todavía, tomar dinero etiquetado de programas Federales para pagar por ejemplo deuda, y no salarios.
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