• “MADRE”, un concepto, quizá una palabra del más alto significado que entender, y sí, con Letras Mayúsculas, a referir en el hoy, en el aquí y ahora, y a través de todos los tiempos.
Por Mario Ruiz Hernández
VALLE DE MEXICO., a 10 de mayo del 2022.- En este 10 de Mayo, “Día de las Madres”, y en el anuario de las celebraciones que tenemos´, ésta sin duda alguna, sois la Más Grande de todas en el mundo.
El reconocer eternamente y extender nuestro más excelso cariño, a todas esas mujeres que dijeron “Sí a la Vida”, y dentro de todas ellas, a quienes todavía luchan a diario, por trascender en este plano.
“MADRE”, un concepto, quizá una palabra del más alto significado que entender, y sí, con Letras Mayúsculas, a referir en el hoy, en el aquí y ahora, y a través de todos los tiempos.
A “La MADRE de Máximo Gorki, LA MADRE Patria o a La Madre Revolución, de Silvia Rodríguez, a la MADRE naturaleza, a La Pachamama”, a la inspiración, a la creación, al arte, la pintura y la música”.
En la gran diversidad de concebir a “La MADRE”, a las que se serán festejadas este 10 de Mayo, pero también a aquellas miles de mujeres que alzarán su voz en las calles o seguirán escarbando la tierra en busca de sus hijos desaparecidos.
Indefinidad, y atrapadas entre la inercia de las autoridades y la impunidad, sienten que no hay nada que celebrar, y peor aun cuando las víctimas de este delito no paran de crecer.
La lucha cotidiana que dan para encontrar a sus hijos y no consumirse en la angustia y la desesperación, en esas lágrimas que no cesan y ni siquiera poder cerrar los ojos para poder dormir.
Cuántos testimonios se suman a diario de nuevos desparecidas y desaparecidos; de esas también desapariciones forzadas, y que, en indistintos casos, las autoridades no declaran ni lanzan una y en operación de búsqueda y que, en el consuelo de las madres, saber al menos de encontrarse en un anfiteatro.
México no puede seguir siendo una “Fosa Común” con el Himno Nacional, y una lista interminable de pendientes en este y en otros lamentables temas.
Efectivamente sí, a la Madre, a la Madre Trabajadora, a la Madre policía, a La Madre enfermera, o doctora, a la Madre Arquitecta, a La Madre Diputada, senadora, a la Madre Ama de Casa.
Así también, a la Madre soltera, a la Madre abandonada por sus hijos, a la Madre de la calle, a la que pide limosna para sostenerse y sobrevivir.
A La Madre artista, a La Madre alcaldesa, a la Madre Bombera, o de Protección Civil, a “la Madre de todas las Batallas”, a la Madre simplemente.
Es la fuente inmaculada de energía, la sabiduría universal, la proveedora de ternura, carne aguantadora, luz sin sombra, inspiradora de amor, cancionera, romántica, imperecedera de buena voluntad, esa es la mujer echa materna y a la que guardamos reconocimiento profundo.
A la Madre, la que está en este plano existencial, o aquella que ya cruzó la luz de la eternidad, y ahoramismo, nos mueven sus recuerdos y sus momentos para estar en esa liturgia y venerarla.
Este día, como otros tantos, un día ideal para destapar muchas cosas acumuladas en el tiempo y a la vez, compartir sueños y esperanzas, y un amor que todo lo vence. Feliz 10 de Mayo.
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