• En la actualidad y a casi cinco décadas, esta agrupación ha atendido en lo que va de este 2022 casi 3 mil 500 servicios que requieren de los vulcanos y más de 6 mil atenciones prehospitalarias.
Por Mario Ruiz Hernández
Atizapan de Zaragoza, Méx., agosto del 2022.- Desde sus
inicios, hace 47 años, el H. Cuerpo de Bomberos de Atizapán de Zaragoza ha
acompañado el desarrollo industrial y poblacional del municipio.
A mediados de los años 70 llegaba casi a los 50 mil
habitantes y ya se vislumbraba una incipiente actividad industrial.
Bajo este panorama nace la agrupación que adoptó los
principios de honor, valor y lealtad. Con el paso del tiempo, también se
sumaron igualdad, juventud, experiencia y servicio.
En la actualidad y a casi cinco décadas, esta agrupación ha
atendido en lo que va de este 2022 casi 3 mil 500 servicios que requieren de
los bomberos y más de 6 mil atenciones prehospitalarias.
En el marco del Día del Bombero, el cronista municipal,
Arturo Trueba, acota que el surgimiento de los bomberos se dio en las
inmediaciones de lo que hoy se conoce como el Mausoleo dedicado al ex
presidente Adolfo López Mateos en el año 1975.
“Durante el periodo del gobierno municipal que encabezó José
Huerta Rivera, entre los años 1973 y 1975, se había consolidado una incipiente
zona industrial.
Ante esta naciente industria, fueron los propios empresarios
Atizapenses quienes gestionaron los primeros camiones motobomba, que sirvieron
para equipar al naciente grupo de bomberos”, destaca Trueba.
El cronista enfatiza que, en ese periodo, el gobierno
estatal expropió las tierras del antiguo balneario de Atizapán, dando paso a la
Alameda Central Luisa Isabel Campos de Jiménez Cantú y justo en ese lugar, se
colocaban un carro motobomba y una camioneta pick up listas para las
emergencias.
Tanto Arturo Trueba, como el actual Coordinador Municipal de
Protección Civil, Bomberos y Medio Ambiente, el comandante Héctor Elorriaga
Mejía, coinciden en que, para 1981, la estación de Bomberos se asentó en Lomas
de Atizapán, lugar que ocupa hasta el día de hoy.
Elorriaga Mejía, quien inició su profesión en 1976, en la
Dirección General de Servicios Urbanos, adscrito a la Subdirección de Atención
a Emergencias de la Ciudad de México, además de desempeñar diversos cargos a
nivel federal, recuerda que, junto con Toluca, Naucalpan y Nezahualcóyotl,
Atizapán de Zaragoza fueron de los primeros municipios en el Estado de México
en agrupar un cuerpo de emergencias.
Elorriaga, recuerda que Atizapán de Zaragoza también ha
impulsado el desarrollo de las mujeres en una profesión que hasta hace algunos
años era considerada solo para hombres. Hoy, 14 mujeres de los 44 bomberos y 23
paramédicos conforman el Cuerpo de Bomberos y Protección Civil.
“Aquí se hizo el primer curso para mujeres bombero en el
Estado de México, se realizó con la finalidad de dignificar el trabajo de la
mujer bombero. En 1998 comenzamos a dar cursos intermunicipales a las mujeres y
ya en el 2000, hicimos un curso internacional aquí en Atizapán y uno en San
Luis Potosí. Lo implementamos con un grupo de comandantes del estado de México.
“La mujer hoy actúa con diligencia, con preparación, antes
no tenían acceso a la capacitación, hoy sí la tienen. Yo veo que la mujer tiene
la misma capacidad que un hombre”, destaca el comandante Héctor Elorriaga.
Tal es el caso de Ana Karen Pastén Jiménez, quien lleva
cinco años como bombero y contó que hace poco encontró una carta que escribió
cuando era niña a sus padres, donde les expresaba su intención de ser bombero o
actriz.
“Yo entré a los 17 años, era una de las primeras mujeres en
la estación en la que estuve y enfrentar el ideal de que es un trabajo para
hombres, es un poco complicado, pero, la mentalidad va cambiando y mis
compañeros me han apoyado.
“Me han hecho parte del equipo de trabajo, me han enseñado
muchísimo. La inteligencia emocional, fortaleza y actitud de servicio, así como
la capacitación y el entrenamiento físico son muy importantes”, expresó.
Las historias entre los bomberos son diversas, como la del
Sargento Jaime Vega González, quien con 35 años de servicio tiene la anécdota
de que apenas con uno y dos años en su profesión, participó en eventos de
impacto nacional como las explosiones en San Juanico en 1984 y el temblor de
1985.
Vega González, también conocido como Alfa, entendió tras
estos dos eventos que tenía que prepararse para enfrentar los retos que se le
iban a presentar. Hoy, con su experiencia infunde a sus compañeros la
importancia de servir a los demás sin importar el lugar, ni las situaciones que
vengan.
Historia distinta es la del comandante Luis Alfredo
Rodríguez Fonseca. Proveniente de una familia de bomberos y con 32 años de
servicio, sostiene que siente una gran emoción al servir en alguna emergencia
porque la gente de alguna manera siente un alivio al verlos llegar lo que es
gratificante.
Para el Segundo Comandante Marco Antonio Cabildo de la O.,
quien desde los cinco años decidió ser bombero e ingresar a la corporación
Atizapense a los 14, lo marcaron algunas de sus misiones.
En el 2008, participó en el rescate de un bebé en una casa
habitación incendiada. A pesar de llegar al lugar en tan solo 4 minutos,
encontró el cuerpo ya calcinado y lo tomó en sus brazos.
Al llegar a la estación, lo esperaba su pequeña hija a la
cual abrazó de una forma especial por lo que acababa de vivir. También cuenta
que participó en la tragedia del Hotel Atizapán en el año 2001.
Después de ello, decidió prepararse más y ofrecer siempre su
ayuda en cualquier situación.
El resumen final de la misión de los Bomberos de Atizapán lo ofreció Miguel Ángel Román González, Subdirector Operativo. Con su experiencia y 24 años de carrera, dijo que los Bomberos de Atizapán de Zaragoza son una familia que pone al servicio de los demás el valor, la lealtad y la disciplina y que, con un simple “gracias” de cualquier persona, les queda la satisfacción del deber cumplido.
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