• Anastacia Torija Hernández habló desde la tribuna de la Cámara de Diputados
En sesión semipresencial, Anastacia Torija Hernández,
hablante de la lengua didzá xidza’ (zapoteco serrano del nororeste bajo),
expresó que hoy más que nunca lo que piden y necesitan los pueblos y
comunidades indígenas es un lugar digno, un trato justo e igual.
“Quieren ser parte fundamental de este gran país. Quieren
ser ciudadanos con todos los derechos que merecen. Quieren que se les tome en
cuenta y que se les trate con respeto. Ése es el mensaje en mi lengua
originaria: zapoteco”, añadió.
En el marco del acuerdo de la Cámara de Diputados para
conceder la palabra a hablantes de las lenguas originarias de México, argumentó
que las lenguas maternas son un ejemplo de la diversidad cultural de los
pueblos; permiten que las historias y las leyendas de las raíces, comienzos y principios
se sigan difundiendo.
“Las lenguas indígenas son importantes porque aportan
conocimientos únicos y formas de comprender el mundo de manera diferente;
encierran un cúmulo de historias y tradiciones que definen la identidad de los
pueblos que las hablan, pero desafortunadamente muchas de ellas corren el
riesgo de desaparecer por el racismo y la marginación en que viven quienes las
hablan”, aclaró.
Torija Hernández consideró necesario en esta tribuna y en
todas las tribunas nacionales e internacionales, reconocer que las lenguas
originarias se están extinguiendo debido a la discriminación que sufren quienes
se atreven a hablarlas con orgullo, y que muchos padres indígenas terminan por
fomentar la comunicación y educación de sus hijos en las lenguas dominantes de
hoy, a fin de crearles condiciones “óptimas” para el éxito social y
profesional.
Eso último, subrayó, ocurre por la presión social que se
ejerce para adaptarse a los lugares de destino donde se entiende que es
necesario dejar de hablar en la lengua materna para participar en la sociedad.
Estimó que los pueblos y comunidades indígenas tienen el
derecho de mantener y utilizar su propia lengua, recibir una educación bilingüe
e intercultural, utilizar su lengua en procedimientos judiciales y
administrativos y decir no a la no discriminación por razones lingüísticas en
el trabajo, la escuela y los lugares públicos.
“Estos derechos se encuentran protegidos en la Constitución
y en instrumentos internacionales de los que el Estado mexicano es parte, así
como en la Ley General de Derechos Lingüísticos de los Pueblos Indígenas”,
precisó.
La originaria de la comunidad de Santiago Yagallo, ubicada en la Sierra Juárez de Oaxaca, aseguró que a pesar de las diferentes formas en que se estigmatizan comentarios, descalificaciones, e incluso burlas hacia la pronunciación al hablar en español, con el objetivo de hacernos sentir inferiores, no han conseguido que dejemos de hablar nuestra lengua materna.
“Es importante que el valor de las lenguas indígenas vaya
más allá de una visión estética, pues las lenguas originarias llevan con ella
la cosmovisión de sus pueblos. Luchemos para que ninguna niña o niño crezca
avergonzado de sus raíces, que sepan que hablar una lengua indígena es motivo
de orgullo, ya que es parte de su identidad”, agregó.
Relató que los pueblos originarios ya están levantando la
voz para exigir, hoy más que nunca, ser visibilizados y escuchados. “Nuestra
lucha es por un mundo en el que seamos socialmente iguales, humanamente diferentes
y totalmente libres. Que brillen, pues, en todo su esplendor, ¡la igualdad, la
solidaridad y la libertad a través de nuestras lenguas originarias!”.
El hablante de la lengua zapoteca agradeció el espacio en
esta tribuna para dirigir el mensaje en su lengua materna. “Acudo en
representación de mis hermanas y hermanos indígenas, mujeres y hombres de barro
y de maíz sin voz y sin rostro, que hoy quieren ser vistos y escuchados y que
reclaman su lugar en esta patria, en este lugar que les es propio como
integrantes de los pueblos originarios de una nación”.
La diputada Karla Yuritzi Almazán Burgos (MORENA), en
funciones de la presidencia de la Mesa Directiva, expresó que Anastacia Torija
Hernández es licenciada en Derecho por la Universidad Autónoma de Oaxaca,
intérprete y promotora intercultural en el ámbito de justicia indígena e
interpretación oral de lengua indígena al español y viceversa, en materia de
procuración y administración de justicia por el Instituto Nacional de Lenguas
Indígenas.
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