* Vecinos de Santa María Chiconautla, Santa Cruz Venta de
Carpio y La Guadalupana, denuncian el funcionamiento de hornos crematorios ubicados
en la avenida Nacional número 10 de Santa María Chiconautla
* A unos metros de las instalaciones de incineración de cadáveres
se encuentran escuelas de preescolar y hasta una universidad; sin embargo, ni
las autoridades municipales o estatales han podido clausurar de manera
definitiva dicha fuente contaminante de alta peligrosidad
* Por la gran cantidad de humo algunos de los afectados
refieren que podrían funcionar al menos dos hornos crematorios
Por Andrés Ochoa
Ecatepec.- La salud de miles de niños y vecinos del poblado
de Santa María Chiconautla, Santa Cruz Venta de Carpio y La Guadalupana, corren el peligro de sufrir graves
enfermedades debido a los humos altamente tóxicos que genera el crematorio de cadáveres
de la funeraria "Eternium"ubicada en avenida Nacional número 10,
que funciona desde el 2021 y pese a que
existen escuelas y jardines de niños cercanas a dicho incinerador de cuerpos de
personas fallecidas por enfermedades graves entre otras causas .
Las autoridades municipales encabezadas por el alcalde
Fernando Vilchis, no han tomado ninguna acción para clausurar en forma
definitiva el citado establecimiento.
Lo anterior se desprende de las denuncias vecinales que nos
hicieron llegar todos los oficios
enviados al gobierno municipal de
Ecatepec, desde el 2021 y de igual manera las denuncias presentadas ante la
Secretaría del Medio Ambiente del Estado de México y de la Procuraduría de
Protección al Medio Ambiente del Estado de México.
Ante la negligencia de las autoridades municipales para
actuar de manera contundente a fin de clausurar el referido crematorio, los vecinos acuden ante la Procuraduría del Medio Ambiente del Estado de México, (PROPAEM), dependencia que después de una segunda visita de inspección opta por clausurar temporalmente el establecimiento el 9 de
febrero del 2022; sin embargo en enero del 2023 el crematorio reabre sus
puertas y comienza con toda intensidad
la incineración de cuerpos humanos, por lo que de nueva cuenta los vecinos
acuden ante las instancias municipales y
estatales para solicitar una vez más la clausura de dicha empresa sin
que hasta el momento haya ocurrido nada para cerrar en forma definitiva los
hornos de cremación.
Los denunciantes hacen referencia a la cercanía a las instalaciones mencionadas de varias escuelas como el colegio Copán, el jardín de niños EDUVA, la Universidad Analítica Constructivista de México, entre otros planteles educativos cercanos.
Como una referencia en el tema de salud de las personas que
habitan cerca de los crematorios publicamos a continuación un estudio difundido
ampliamente por la organización Greenpeace España en septiembre del 2021. El
estudio fue realizado por los científicos: Michelle Allsopp, Pat Costner y Paul
Johnston.
INCINERACIÓN Y SALUD
Conocimientos Actuales Sobre los Impactos de las Incineradoras
en la Salud Humana Michelle Allsopp, Pat Costner, Paul Johnston
“Los contaminantes procedentes de una planta incineradora se dispersan en el aire, por lo que la población cercana a la planta se expone directamente por inhalación, o indirectamente al consumir comida o agua contaminada por las sustancias que se depositan en el suelo, la vegetación y el agua. Los efectos potenciales de metales y otros contaminantes persistentes en el medio ambiente, se extienden más allá del área donde se sitúa la incineradora".
"Los contaminantes persistentes pueden transportarse a
grandes distancias de la fuente de emisión, y sufrir transformaciones físicas y
químicas, pasando numerosas veces al suelo, al agua o a los alimentos".
Consejo Nacional de Investigación (National Research Council) 2000
LAS INCINERADORAS GENERAN RESIDUOS
"Existe un sentimiento común de que las cosas
desaparecen cuando se queman. En realidad, la materia no se puede destruir
únicamente se transforma. Esta afirmación se puede ejemplificar comprobando el
destino de algunas sustancias que se han quemado en incineradoras de residuos
urbanos".
"Estas incineradoras se alimentan con residuos que
contienen sustancias tóxicas y peligrosas, como metales pesados y compuestos
organoclorados. Los metales pesados presentes se emiten en los gases que se
liberan por la chimenea de la incineradora asociados a partículas muy finas.
También están presentes en las cenizas y otros residuos. La incineración de
sustancias cloradas, como el plástico policloruro de vinilo (PVC), conduce a la
formación de nuevas sustancias cloradas, como las dioxinas que se liberan en
los gases de las chimeneas, cenizas y otros residuos".
"En resumen, la incineración no resuelve el problema de
las sustancias tóxicas presentes en los residuos, sino que únicamente las
transforma, en algunos casos en formas más tóxicas que las originales."
"Todos los tipos de incineradoras liberan contaminantes
a la atmósfera a través de los gases, cenizas y otros residuos."
"Entre la gran variedad de sustancias químicas que se
emiten, se incluyen innumerables productos químicos que aún permanecen sin
identificar. Las sustancias químicas presentes en los gases de chimenea también
se localizan en las cenizas y otros residuos, los más frecuentes son: dioxinas,
Bifenilos policlorados (PCBs), naftalenos policlorados, bencenos clorados,
hidrocarburos poliaromáticos (PAHs), numerosos compuestos orgánicos volátiles
(COVs), y metales pesados como plomo, cadmio y mercurio. La mayoría de estas
sustancias son persistentes (resistentes a la degradación en el medio
ambiente), bioacumulativas (se acumulan en los tejidos de organismos vivos) y
tóxicas. Estas propiedades les convierte en los contaminantes más problemáticos
a los que jamás se ha expuesto un sistema natural. Algunas de ellas son
cancerígenas y actúan como disruptores hormonales. Otras como el dióxido de
azufre (SO2) y el dióxido de nitrógeno (NO2), así como las partículas finas, se
han asociado con trastornos del sistema respiratorio."
"Las poblaciones que residen cerca de incineradoras se
encuentran potencialmente expuestas a productos químicos, bien por inhalación
del aire contaminado, por el consumo de productos agrícolas locales (verduras,
huevos y leche), o por el contacto directo con el suelo contaminado. Se ha
detectado un incremento significativo de los niveles de dioxinas en tejidos
corporales de personas que viven cerca de incineradoras. En Finlandia se encontró
que la proporción de mercurio en el cabello de las personas que vivían cerca de
una incineradora era superior al resto de la población, posiblemente debido a
las emisiones de la planta."
"En España, se detectaron niveles elevados de tioéter es
en orina, un Biomarcador de exposición a tóxicos, en niños que vivían cerca de
una planta incineradora con tecnología moderna."
"También se encontraron niveles elevados de ciertos
PCBs en la sangre de niños que vivían cerca de una incineradora de residuos
tóxicos y peligrosos en Alemania."
"Varios estudios han señalado elevados niveles de
dioxinas total TEQ*), y/o ciertos compuestos similares a dioxinas, en los
análisis efectuados en los tejidos corporales de los trabajadores, tanto de
modernas como de antiguas plantas incineradoras. Estas investigaciones
concluyen que es posible que este aumento se haya producido como consecuencia
de la exposición, en su lugar de trabajo, a cenizas contaminadas con estas
sustancias. Igualmente, algunos estudios han mostrado niveles elevados de
fenoles clorados, plomo, mercurio y arsénico en los tejidos corporales de los
trabajadores de estas incineradoras."
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