miércoles, 27 de noviembre de 2013
Pekín destruye 500 parrillas para paliar la polución
La polución en Pekín a menudo alcanza niveles peligrosos y puede causar problemas de salud a largo plazo.
Más de 500 barbacoas que operaban al aire libre en restaurantes de Pekín fueron destruidas como parte de un programa de emergencia de tres meses que tiene el objetivo de disminuir la contaminación en la ciudad.
Las autoridades aseguraron que habían incautado y destruido las parrillas que, según dicen los medios de comunicación estatales chinos, son "ilegales" y causan "grave contaminación", en un esfuerzo por reducir el número de pequeñas partículas en el aire.
Muchas de estas parrillas funcionan durante todo el año en restaurantes de carretera, muchos de los cuales pertenecen a personas de la etnia uigur -de mayoría musulmana-, de la lejana provincia de Xinjiang, en el oeste de China.
Con frecuencia, la polución en Pekín alcanza peligrosos niveles que ponen en riesgo la salud de los ciudadanos.
El gobierno local anunció el pasado mes de octubre que esta y otras medidas del plan de emergencia, que también incluye el cierre de fábricas y restricciones en la circulación de autos, se harán efectivas cuando los niveles de polución alcancen niveles particularmente altos.
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