martes, 21 de enero de 2014
La historia de un cobarde ataque fascista
Bombas cobardes en el Maresme
TERESA MÁRQUEZ.
Uno de los afectados
lo resumió así:
"El bombardeo
de pesar fue
un acto de terrorismo "
Durante todo el conflictebèl metálico las bombas pusieron fin a las vidas de ochenta personas en todo el territorio
La aviación fascista lanzó un ataque no programado contra la población civil de Malgrat de Mar para que el mal tiempo no le dejó bombardear el puerto de Barcelona, como tenía previsto
Capítulo 31
"Fue una imagen que mientras viva recordaré, aunque no quiera. La madre todavía estaba trabajando y se ve que alguien le dijo: "Ve hacia tu casa!" Su hombre había muerto en el frente, encontró la abuela muerta, la niña muerta, aquella pobre refugiada vasca ... no desea saber la desesperación de esa persona, de esa madre que cuando llegó aquí encontró su niña de 4 años y su suegra ... "Este es el testimonio de Jaume Creus, un vecino de Malgrat de Mar que vivió el bombardeo del 21 de enero de 1939 en el municipio y que pudo recoger, junto con otros, la historiadora local Sonia Garangou en el libro pesar, 1930 a 1940. Los años silenciados. El ataque de los aviones fascistas sobre esta población del norte del Maresme llegó en los últimos días de la Guerra Civil, cuando ya no había resistencia de ningún tipo y las carreteras estaban llenas de gente que marchaba hacia Francia. Algunos cronistas justificaron en un primer momento el bombardeo porque buscaba un objetivo militar como era destruir el almacén de armamento guardado en las minas de Can Palomeras, ubicadas en la montaña y lejos del núcleo urbano.
La realidad, sin embargo, era otra bien diferente y fruto de una cruel casualidad. Las bombas caídas tenían desde el primer momento una misión concreta: hundir un convoy naval en el puerto de Barcelona. Los cinco aviones S-79 que participaron en el episodio no pudieron cumplirse porque el cielo estaba muy nublado y no les permitía garantizar el éxito de la expedición. La opción que se tomó comportaba buscar otro destino para el armamento y, en este caso, con la población como única víctima. El aviones descargaron en las calles más céntricas 49 bombas de 100 kilos y 20 de 20 kilos. El pánico fue absoluto y el recuento final dejó 16 personas muertas-el número más elevado de víctimas en un único bombardeo en el Maresme-, 12 edificios derrumbados y una veintena más dañados. Aquellos que perdieron la casa, además, no pudieron obtener ninguna auxilio del nuevo gobierno franquista, porque se les dijo que el bombardeo había sido cosa de los republicanos y que el Estado no se haría cargo de los destrozos hechas por los enemigos .
Otros testigos del bombardeo recogidos también en el libro apuntan que días antes aviones del bando nacional lanzaron desde el aire cientos de hojas sobre el municipio donde se podían leer mensajes tranquilizadores anunciando la inminente entrada de las tropas que llegaban victoriosas para poner fin a los desastres de la guerra: "Quedaos quietos hasta que llegamos con víveres y ayudas. Espera con confianza algunas horas. Os salvaremos. "Por este motivo, muchos de los Malgratenc que escucharon llegar los aviones aquel 21 de enero creyeron en un primer momento que volverían a lanzar más propaganda y no corrieron a esconderse. Uno de los afectados lo resumió así años después: "El bombardeo de pesar no fue nada más que un acto de terrorismo. Porque la guerra ya estaba terminada. "
Sin embargo, los bombardeos en la comarca del Maresme continuarían hasta prácticamente la entrada de los franquistas en el territorio. El Masnou vivió el último, el día 26 de enero, que costó la vida a 14 personas y destrozó fuerza edificios al lado de la estación del tren. Sin embargo, las bombas ya habían hecho acto de presencia en la población el 27 de septiembre de 1937. Fue una misión ordenada directamente por el general Franco en la que se especificaba que se debía destruir la casa de los marqueses de Alella, donde, supuestamente, funcionaban unos laboratorios que experimentaban con armas químicas. Nuevamente la realidad era otra. Se trataba de un espacio dedicado a la investigación agraria. Al día siguiente del bombardeo, el día 28 de septiembre, una nueva orden de Franco ampliaba la dada anteriormente y exigía la destrucción de los conocidos Laboratorios Cusí, que debía llevarse a cabo con ataques tanto desde el aire como desde el mar . En total, el Masnou murieron 23 personas en los bombardeos de 1937 y de 1939.
Los últimos días del conflicto las bombas también causarían estragos en la zona sur de la comarca. El día 25 de enero morirían por las bombas dos personas en Arenys de Mar y el mismo día 26 de enero, cuando se bombardeó el Masnou, Premià de Mar habría tres víctimas más. En total, durante todo el conflicto bélico y según se recoge en el libro Imágenes, 1936-1939. La Guerra Civil en el Maresme, una obra en la que tomaron parte diferentes historiadores locales, las bombas pondrían fin a las vidas de ochenta personas en todo el territorio. El primero afectó Calella y uno de los símbolos más destacados de la actividad industrial de la ciudad. La fábrica textil Llobet-Guri quedó muy afectada, pero no se tuvieron que lamentar muertos.Desgraciadamente estos llegarían el 24 de noviembre de 1938, cuando un hidroavión procedente de Mallorca lanzó un ataque fulminante contra la ciudad y puso fin a la vida de tres Calella.
La capital del Maresme, Mataró, se llevó la peor parte en cuanto a número de bombardeos. Según datos recogidos por el Memorial Democrático, el 21 de julio de 1937, coincidiendo con el ametrallamiento de un tren en Sant Andreu de Llavaneres, murieron tres personas como consecuencia de las bombas. El 27 del mismo mes, una mujer de 70 años y el 31 de julio, otra mujer de 57 años. Fue, sin embargo, el mes de marzo de 1938 cuando los bombardeos a la población provocaron más muertes. El día 31 hubo seis víctimas y el primero de abril se sumó una más. El 15 de diciembre del mismo año se tuvieron que lamentar cuatro muertes más por los bombardeos. El último ataque, ocurrido el 28 de enero de 1939, puso fin a la vida de una madre y una hija.
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