martes, 19 de agosto de 2014

El primer presidente negro de EU, incapaz de frenar violencia racial

Agencias en Washington |
Barack Obama, el primer presidente negro de la historia de EU, no parece ser capaz de controlar la ola de violencia racial desatada tras la muerte la semana pasada de Michael Brown, un afroamericano en Ferguson (Misuri), tiroteado por un policía blanco que le disparó seis veces, pese que a que el adolescente estaba desarmado. Visiblemente preocupado, señaló en una comparecencia ante la prensa que “tenía que ser muy cuidadoso para no prejuzgar” lo ocurrido antes de que concluya la investigación en marcha, pero señaló que “no hay excusa” para los “excesos” policiales ni el “vandalismo” en Ferguson. “Aunque entiendo las pasiones y el enfado que genera la muerte de Brown, dejarse llevar por ese enfado para saquear y llevar pistolas, incluso atacar a la policía, solo sirve para aumentar las tensiones y agitar el caos, socavando, más que avanzando, la justicia”, agregó el mandatario, que anunció que el fiscal general, Eric Holder, viajará mañana miércoles a esa localidad. Tercera autopsia. Holder ordenó ayer que personal médico federal realice una tercera autopsia al cuerpo del joven, “debido a las circunstancias extraordinarias que rodean el caso y a petición de la familia de Brown”. Por su parte, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, pidió que con la investigación abierta “se aclaren completamente” las circunstancias del caso y “la justicia sea aplicada”. Militarización. Ante la imposibilidad de frenar la ola de disturbios en Ferguson, pese a que el fin de semana se declaró el toque de queda nocturno, el gobernador del Estado de Misuri, Jay Nixon, decidió movilizar a la Guardia Nacional. El gobernador demócrata aseguró que la medida pretende restablecer la paz y el orden, así como proteger a los ciudadanos de Ferguson, donde “las protestas pacíficas –dijo— se han visto alteradas por actos de violencia criminal perpetrados por un número creciente de individuos, muchos de ellos ajenos a Ferguson y al estado de Misuri. La pasada noche, la segunda tras el toque de queda decretado el fin de semana, la policía utilizó gases lacrimógenos después de que algunos manifestantes les lanzaran cocteles molotov, según indicó el capitán de la Patrulla de Carreteras estatal, Ron Johnson (afroamericano), que ha asumido la seguridad de Ferguson. Detenidos y heridos. La protesta, que comenzó de forma pacífica cuando cientos de personas marcharon hacia la comisaría con gritos de “Manos arriba. No dispare”, pidiendo justicia para Brown, acabó con siete detenidos y dos civiles heridos por disparos que, según indicó Johnson, no procedieron de la policía. La muerte del joven, en un caso de aparente violencia policial con connotaciones raciales, ha desatado una ola de protestas pacíficas pero también disturbios y saqueos nocturnos, que han dejado varios heridos desde hace una semana.

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