Investiga la UNESCO compra ilícita de tierras en la reserva de Calakmul

Daniel Blancas Madrigal |LA CRÓNICA.

El engaño a los campesinos y las anomalías detectadas ponen en riesgo la reciente declaratoria, la cual está condicionada a que la Semarnat y el INAH presenten en un plazo máximo de dos años un programa de protección y manejo de la zona. La Oficina de la UNESCO en México inició una investigación sobre las anomalías reveladas por Crónica en la Reserva de la Biosfera de Calakmul, declarada hace unas semanas Patrimonio Mundial Mixto, único lugar en el país con esta designación. La organización internacional, encabezada aquí por la directora y representante Nuria Sanz, señaló a este grupo editorial que ha comenzado un trabajo interno para corroborar la situación en la zona. “Las aseveraciones requieren en primer término ser verificadas”, apuntó por escrito. Crónica alertó hace unos días que la riqueza de Calakmul atrajo ya a una red dedicada al acaparamiento y especulación de tierras al menos en nueve ejidos ubicados dentro del área considerada Patrimonio Cultural y Natural de la Humanidad, y también protegida por el programa El Hombre y La Biosfera establecido por la UNESCO desde 1972 y suscrito por el gobierno mexicano. Éstos son: Concepción -comprado ya en su totalidad-; Silvituc, Rodolfo Fierros, Luna, Xbonil y Nuevo Becán -con tierras arrendadas-, además de Centenario, Aro, Miguel Colorado y Conhúas. “Hay personas que se aprovechan de la humildad y la pobreza en la que vivimos, vienen y compran o quieren rentar -confió Eduardo Damián, comisario de Conhúas-. Primero examinan el monte y luego ofrecen dinero, pero en sí lo quieren regalado. Encontré al comisario de Silvituc, que es mi amigo. Le pregunté: oye Cruz, ¿en cuánto están rentando las mil hectáreas?… Dijo que están dando 600 mil”. De acuerdo con reportes de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp, órgano desconcertado de la Semarnat) compartidos a este diario, detrás de este negocio están empresas ligadas a ex militantes o políticos del Partido Acción Nacional (PAN). Los datos apuntan en específico a integrantes de la familia de Patricio Patrón Laviada, ex gobernador de Yucatán y quien fuera titular de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente de 2008 a 2011, durante el sexenio de Felipe Calderón. La cabeza visible de las negociaciones con los ejidatarios es Jaime Clara Cruz, quien llegó a ocupar puestos claves en la estructura panista de Campeche e incluso fue candidato a diputado local y edil del municipio de Escárcega. Según José Zúñiga Morales, director de la Reserva de Calakmul, el engaño a los campesinos y la compra ilícita de tierras pone en riesgo la reciente declaratoria, la cual está condicionada a que la Semarnat y el INAH presenten en un plazo máximo de dos años un programa de protección y manejo de la zona. El peligro, refirió, se deriva de las intenciones de los especuladores por cambiar el uso de suelo, producir carbón a gran escala y realizar plantaciones comerciales, lo que afectaría flora y fauna características del lugar. “La designación implica un trabajo de mayor coordinación institucional para manejar este sitio: tenemos que elaborar un programa conjunto, una estrategia de atención que garantice la adecuada aplicación de las leyes ambientales y de las relacionadas con zonas arqueológicas y monumentos. Calakmul es el primer patrimonio mixto de México y la UNESCO nos exige una labor coordinada de conservación y difusión”. Sobre esta realidad el departamento de prensa de la UNESCO-México detalló: “Lo que la doctora Sanz dice es que hay datos que la Oficina debe verificar, en especial la alerta que emite este funcionario (Zúñiga Morales)”. -¿Harán entonces una investigación interna? -Sí, exactamente… Hay que verificar todos los datos y luego emitir una postura institucional. Refirió que no se ha marcado un plazo para culminar la indagatoria. Crónica también publicó otras historias oscuras sobre Calakmul como la destrucción y sobre todo el saqueo de montículos arqueológicos y piezas prehispánicas, fomentado por coleccionistas o traficantes clandestinos. En los últimos años se han registrado hasta 50 peritajes anuales por robo. También explotación secreta de madera, descontrol administrativo y pugnas entre autoridades de todos los niveles de gobierno y ejidatarios por los millones de pesos generados en torno al turismo y el transporte de visitantes.