lunes, 10 de noviembre de 2014

80% vota por la independencia de Cataluña

Patricia Godoy/Corresponsal
En la consulta simbólica participaron dos millones 250 mil catalanes, es decir, 40% de las casi 5.5 millones de personas que tenían derecho a votar. La consulta popular por la independencia de Cataluña se celebró ayer rodeada por la polémica y sin validez legal, pero ello no desanimó a unos 2 millones 250 mil catalanes (cerca de 40% de los casi 5.5 millones que tenían derecho) que votaron para reivindicar su derecho a independizarse de España. Al final de la madrugada y con casi 90% de los votos escrutados, los resultados fueron más o menos los esperados: 80% (casi 1.7 millones) de votos favorables a la independencia de Cataluña. Los contrarios a la independencia fueron unos 300 mil votantes. “Éxito total y lección democrática” fue la valoración de un exultante presidente catalán Artur Mas. “Un acto de propaganda, simulacro inútil y estéril” fue el significado de la consulta para el ministro de Justicia del gobierno español, Rafael Catalá. Los análisis y lecturas de los resultados estuvieron, como todo lo que rodea al proceso catalán, repletos de blancos y negros: pocos matices en ambos bandos y sin tener demasiado en cuenta los abundantes grises que definen sociedades tan complejas y diversas como la catalana y la española. El día había empezado gris. Una mañana de otoño barcelonés que se presentaba lluviosa. A las 8:45 de la mañana, hora local, cerca de 40 personas ya formaban una fila a las puertas de la escuela Vedruna Àngels, en el barrio del Raval, en pleno centro de la capital catalana. Era uno de los mil 317 centros habilitados para que los catalanes votaran. Por ser domingo la escuela estaba cerrada, pero a las 9 de la mañana, con las urnas y los voluntarios encargados de la votación preparados, se abrían las puertas con un “bon día y benvinguts” (buen día y bienvenidos). Antònia Cortina, directora de la escuela, recibía a sus particulares invitados de hoy que no eran alumnos. Eso sí, muchos de los adultos que hacían fila tenían esa típica sonrisa ilusionada de niños con zapatos nuevos. Hace unas semanas el Tribunal Constitucional de España derogó la celebración del referéndum por la independencia de Cataluña previsto y que se había convocado “con plenas garantías democráticas” y cuyos resultados generarían “un mandato democrático”. A falta de eso, los políticos y organizaciones independentistas se tuvieron que conformar con este “proceso participativo” sin validez legal que, como era previsible, acabó convertido en un gran acto popular a favor de la independencia. La directora de la escuela Vedruna Àngels, Antònia Cortina, no parecía preocupada por la validez legal de la votación. Ella y otros cuatro profesores del colegio se hicieron voluntarios “para participar y hacer esta consulta”, como explicó a Excélsior. Ella era una de los más de 40 mil voluntarios que se hicieron cargo de las mesas electorales y de la logística de la jornada. Ceder el protagonismo a la sociedad civil y a los voluntarios fue la estrategia empleada por el gobierno soberanista de Artur Mas para apartarse, al menos en apariencia, de una hipotética responsabilidad legal. “Duele que se pongan tantos impedimentos para poder hacer la consulta”, se lamentaba la directora. Como ella, la mayoría de los catalanes que habían decidido participar en esta consulta, estaban a favor de la independencia. El matrimonio formado por Miguel y Begoña confesó a Excélsior que habían respondido “sí” a la pregunta: “¿Quiere que Cataluña sea un Estado independiente?”. Como planteaba Miguel, “es momento de decirle al gobierno español que queremos gobernarnos de una manera distinta y tomar nuestra propias decisiones”. Y proseguía su esposa Begoña: “estamos hartos de un gobierno de España”. La consulta popular de ayer se parecía a un referéndum, pero con muchas menos garantías democráticas: no había censo oficial, ni autoridad electoral, ni tampoco hubo una campaña electoral en las que los políticos expusieran sus diversas posiciones. No hubo decretos gubernamentales y nadie pudo explicar con precisión quién y cómo se registraba la participación, se contaban las papeletas y qué notarios supervisaban ese proceso y unos resultados sin validez legal. A pesar de todo ello, Daniel, un joven de 18 años se acercaba a votar con determinación. ¿Por qué votar? A la pregunta él tenía clara la respuesta: “Lo hago por coherencia, historia y responsabilidad”. Puede que mañana, después de esta votación, todo siga más o menos igual en Cataluña, pero para Marta Ponce ya nada sería igual. A la salida del colegio donde había votado confesó a Excélsior estar “súper emocionada” por participar en un día “tan especial como éste”. “Ensayo general” o “referéndum simbólico”. La votación popular en Cataluña ha sido eso y también el ensayo de una futura consulta sobre la independencia, legal y vinculante. En todo caso Katia, una joven de 19 años, definió de manera sencilla y efectiva lo que, en su opinión, sucede entre Cataluña y España: “un matrimonio que no funciona se debe divorciar. No hay más”. La votación ha sido un paso más en un proceso que está lejos de cerrarse. Más allá de las negociaciones entre los gobiernos catalán y español, y como ha insinuado el propio presidente Artur Mas –que comparecerá en público mañana– los políticos catalanes se preparan ya para que en los próximos meses se celebren unas elecciones anticipadas en Cataluña en las que el tema de la independencia de España será casi el único asunto a discusión. Hasta que ese día llegue, lo que está claro es que el proceso independentista catalán… continuará. DETIENEN A CINCO POR DESTROZOS La policía detuvo ayer a cinco personas por ocasionar daños en uno de los colegios electorales de Girona, donde se celebraba la votación simbólica sobre la independencia de Cataluña, informó un portavoz policial. Los incidentes se produjeron cuando cinco personas entre 21 y 34 años entraron en la escuela Hostelería de Girona increpando a los ciudadanos que estaban emitiendo su voto y destrozando urnas y otro material instalado en el local. “Los agentes identificaron y detuvieron a los cinco implicados que quedarán en libertad a la espera de pasar a disposición de un juez”, dijo un portavoz de la policía regional de Cataluña. “Los cargos que se les imputan son de lesiones, daños y desorden público”, añadió. Para vigilar la consulta, el gobierno español envió 300 agentes antidisturbios. Sin embargo, en Cataluña es la policía regional, los Mossos d’Esquadra, la que tiene la competencia de seguridad ciudadana. Fue por ello que el responsable de Interior del gobierno regional dijo la semana pasada que si existiera un pronunciamiento fiscal o judicial, los agentes tendrían que desplegarse para evitar la consulta. Sin embargo, durante una entrevista con la televisora pública catalana, el presidente regional, Artur Mas, insistió en que la consulta no oficial no puede constituir un delito, porque está basada en derechos de expresión y participación. JUECES SE NEGARON A FRENAR CONSULTA Jueces de Cataluña rechazaron paralizar la consulta soberanista simbólica que se celebró en la región del noreste de España y que fue suspendida la semana pasada por el Tribunal Constitucional español, informaron medios españoles. Magistrados de guardia de varias ciudades catalanas consideraron “desproporcionadas” la medidas cautelares que reclamaron colectivos antiindependentistas y partidos políticos en las denuncias que presentaron entre el sábado y ayer, como la retirada de las urnas, el cierre de los locales de votación o la detención de los responsables. Un juez de Barcelona consideró en su auto que no hay razones “de urgencia o relativas al orden público” que aconsejen la adopción de las medidas propuestas por estos grupos. Una de las denuncias fue interpuesta por el partido español Unión Progreso y Democracia (UPyD) y en ella se pedía la detención del presidente del gobierno catalán, Artur Mas. El magistrado de Barcelona la admitió a trámite, pero se limitó a encargar a la policía regional de Cataluña un informe sobre la jornada y la identificación de las personas responsables de la votación. En la misma línea, otro juez de Tarragona desestimó también tomar medidas cautelares y ordenó a la policía catalana identificar los locales de votación y a sus responsables. La Fiscalía Superior de Cataluña abrió ayer diligencias para investigar si puede haber delito en la cesión de los locales públicos en los que hoy se ubicaron las urnas y pidió un listado de los responsables de su apertura. La policía catalana entregó ya la relación de locales, pero no hizo identificaciones. El presidente del gobierno catalán, Artur Mas, restó importancia a las demandas interpuestas contra él y dijo no sentirse “amedrentado”. “Si la Fiscalía quiere conocer quién es el responsable de abrir los colegios que me miren a mí. El responsable soy yo y mi gobierno, aunque espero que impere el sentido común”, señaló ante los medios de comunicación después de votar en Barcelona. La consulta que se celebró ayer en Cataluña no es oficial, carece de censo previo y de supervisión institucional. Mas anunció su celebración el 14 de octubre, después de que el alto tribunal vetara el referéndum independentista que había convocado oficialmente unas semanas antes

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