miércoles, 4 de febrero de 2015
Mitos y verdades sobre coaching
MILENIO
Desde hace algunos años se escucha cada vez más fuerte un método para tratar conflictos personales, profesionales y en equipos de trabajo: coaching. Gracias a su nombre, es común que imaginemos a un entrenador de deporte echándonos porras con un silbato, lo cual no podría estar más lejos de la realidad.
Consultamos a Juan Contreras, fundador del Centro Hes & Hac de Competencias Blandas Ejecutivas, con 15 años de experiencia en coaching, para desmentir algunos de los mitos alrededor de este tratamiento.
Coaching es un tipo de entrenamiento, pero emocional
Coaching es un proceso para que una persona logre una meta que ha deseado pero que por alguna razón -su forma de vida o de ser- no lo ha conseguido. El coach es un guía para que el coachee (cliente/paciente) pueda llegar ahí. El origen del término no es la traducción de “entrenador” sino de carruaje. Las carretas con ruedas, jaladas por caballos se llaman “coach” en inglés; al igual que este medio de transporte, el coaching te lleva al destino que elijas.
Todos los coaches hacen lo mismo
Hay distintos métodos de coaching. Juan se especializa en Programación Neurolingüística, por ejemplo. Pero también hay profesionales dedicados a las relaciones personales, a las finanzas, a la salud o que se aproximan a las metas desde la programación mental o la inteligencia emocional entre muchos otros enfoques.
Además, el coaching se divide en tres tipos de acuerdo al tipo de persona que tratan.
El personal usa metas personales como levantarse temprano todos los días, dejar de comer pan, dejar de gastar más de lo que gano, por ejemplo.
El ejecutivo es para desarrollar habilidades ejecutivas. Puede ser a nivel medio de liderazgo, para mejorar la capacidad de negociación, mejorar su comunicación 360°, ser más organizado o poder llevar una reunión de trabajo de manera efectiva. Cualquier habilidad que un profesionista no tenga, puede obtenerla con coaching.
La empresarial es para grupos. Si un equipo de ventas no está funcionando, pueden hacer coaching por medio de metas de ventas y un camino a seguir para lograrlo.
Cualquier charlatán puede ser coach
No cualquiera puede usar un método de coaching, necesita permiso de quien tenga los derechos de autor. Para ser coach tienes que ir a la escuela que elijas con quienes tengan el certificado que te permita dar clases. Dos instituciones confiables son La Asociación Española de Coaching y la Asociación Internacional de Coaching.
Puedo adelgazar con coaching
No exactamente, pero puede ayudarte. El coaching lo que hace es aterrizar tu meta. Es común que la gente se imponga objetivos vagos como “quiero hacer ejercicio” y por eso no los cumplen. Un coach ayuda al coachee a decir algo como “quiero correr media hora diario”.
Un coach está ahí para mí en cualquier momento del día, a una llamada de distancia
No, al igual que otros especialistas en tratar con asuntos personales, los coaches tienen un consultorio. Antes de que busques su ayuda, el coach Contreras recomienda que investigues más al respecto, que te informes sobre los diferentes tipos de coaching y escuelas y entonces elijas a alguien que cumpla con sus intereses. En tu primera cita el coach te preguntará qué es lo quieres lograr. Así es que te ayuda a clarificar tu mente. Cuando la hayan establecidos y estén de acuerdo, te dará un documento legal en el que habrá un compromiso de ambos. El Coach se compromete a respetar la integridad del coachee y este de aceptar que este le dará seguimiento al proceso, va a preguntarle cómo va, dónde se atoró y por qué. Así mismos, ambos prometen encontrar soluciones juntos para cumplir con el objetivo en un tiempo determinado.
Así, si el coachee quiere ir a correr media hora diario, definen el tiempo libre con el que cuenta para hacerlo, las conductas que tiene que modificar para lograrlo y si de verdad está convencido de hacerlo. Entonces se van desglosando todos los cambios y adecuaciones a su forma de vida. Cuando el coachee está consciente y de acuerdo con hacer los cambios necesarios a su rutina, acuerdan una cita en un tiempo determinado, desde una semana más tarde hasta un mes.
Entre cada semana, el coach llama a su coachee durante media hora cada semana para saber su progreso o posibles contratiempos. Si hay algún problema, entre los dos buscan las razones por las que el coachee no ha cumplido con su compromiso. Eso va haciendo que el coachee reaccione y reflexione y encuentre los aprendizajes o hábitos que necesita aprender durante el proceso para que el cambio de verdad ocurra y se mantenga.
Coaching y terapia tradicional se sustituyen una a la otra y no pueden combinarse
De acuerdo a Contreras, la diferencia entre terapia y coaching es que la primera ayuda en comportamientos psicosomáticos; problemas que provienen de la parte emocional e histórica de la persona. El coaching es para construir metas positivas. No se oponen, alguien que va a terapia también puede ir con un coach.
Hay problemas que un coach no puede tratar, como la depresión por ejemplo, para eso se necesita un terapeuta. Un coach puede ayudar en cosas más prácticas, comportamientos que le ayuden a aliviar la tensión de un coachee como comer mejor, descansar, relajarse etc.
Un Coach no es como un terapeuta, es más un amigo
Un coach no es un amigo, es un guía. Los amigos solapan cosas, el coach te empuja a cumplir con tus objetivos sin pretextos. Para eso está el contrato.
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