martes, 10 de marzo de 2015

10 sacrificios crueles a los que se sometían las mujeres ‘por belleza’

RT Para estar bella hay que sufrir. El efecto secundario de este dicho son las víctimas de cirugías plásticas o las mujeres que padecen de trastornos alimenticios o psicológicos como efecto de su obsesión con la belleza. Aun así, dichos casos no se pueden comparar con las horribles torturas a los que se sometían o siguen sometiendo a las mujeres en diversas partes del mundo. Todo por responder a unos ideales de belleza femenina. A las mujeres de la tribu Kayan se les alarga el cuello, añadiendo anillos, desde la niñez.
A las aristócratas chinas se les vendaban y desfiguraban los pies para prevenir su crecimiento.
A las mujeres de la etnia ainu se les tatuaba la boca en forma de sonrisa.
El polvo de plomo en el siglo XVII añadía belleza a la cara, pero causaba parálisis y cáncer.
Las mujeres Apatani llevaban tatuajes y tapones en la nariz para evitar secuestros por otras tribus.
Cosmética con torio y radio en años 1930, hacía la piel más atractiva, pero destruía la mandíbula.
Existen píldoras con huevos de cestodos para que los parásitos consumieran la comida de su dueña.
Microdosis de arsénico para brillo de la cara: obligaban a las mujeres a tomarlo de por vida o morir.
El jugo de belladona era usado para dar brillo y dilatar las pupilas. Causa ceguera.
Los corsés moldeaban la figura, frecuentemente deformando y dañando órganos interiores.

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