LA CRÓNICA Cada que el Estado se ausenta, cada que se va y queda como está, siempre va a haber un narco con el poder económico dispuesto a ocupar su lugar, señaló Sebastián Marroquín, o Juan Pablo Escobar, hijo de Pablo Escobar Gaviria.
En reunión con integrantes de la Comisión de Justicia del Senado, el hijo del finado capo colombiano dijo que es necesario que el Estado provea a los policías y elementos de seguridad, los provea de condiciones dignas “para que no tengan excusas para corromperse”.
Si no se les da un pago adecuado, tampoco se les puede exigir que no busquen alternativas para poder llevar comida a su casa.
Marroquín dijo que “muchos siguen entendiendo el negocio del narcotráfico como la única salida a sus propios problemas de dignidad, de obtener lo más básico”.
Con la prohibición, el Estado se pretende desentender de un problema que es de todos, y advirtió que si el Estado no administra la situación, el narco lo seguirá haciendo, como lo ha hecho desde hace 40 años.
“Eso es lo que nos tiene llenos de sangre en toda Latinoamérica, llenos de poder y de corrupción incontrolables y que hoy desafían a todas nuestras democracias”.
Dijo que México tiene todas las herramientas y recursos humanos para superar la situación de narcotráfico que enfrenta y poder encontrar solución a los problemas que aquejan al país.
“No pretendo intervenir en asuntos que son absolutamente internos, respecto a la soberanía de los pueblos, y desde ese lugar un mensaje de paz, la paz es un derecho de todos, que trasciende cualquier frontera”, expresó el hijo de Escobar.
En la reunión estuvieron presentes los senadores panistas Roberto Gil, Víctor Hermosillo y Fernando Salazar.
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