NOTIGODÍNEZ La “política” del narco-terror y el exterminio social emprendida por el actual régimen usurpador sigue adelante.
Un nuevo “enfrentamiento” entre civiles, presuntamente miembros del cártel “Jalisco Nueva Generación” según la versión oficial (falta ver qué resulta cuando se investigue realmente qué pasó), y policías federales en el municipio de Tanhuato, Michoacán –territorio PRI por excelencia– dejó como saldo 42 civiles asesinados y un policía muerto.
Se trata de otra brutal masacre de civiles –delincuentes o no, está por verse– a manos de las fuerzas del régimen usurpador. Es la segunda matanza de civiles en el estado de Michoacán después de Apatzingán, y la tercera en menos de un año en el país con la de Tlatlaya en el Estado de México. En los dos casos anteriores, la versión oficial acusó “enfrentamientos” y posteriormente la prensa descubrió que fueron ejecuciones a quemarropa de elementos federales contra civiles desarmados. Luego, ya muertos, les sembraron armas para simular los enfrentamientos reportados por las “autoridades”
Fue el propio desgobernador de Michoacán, priista Salvador Jara, quien precisó en entrevista radiofónica el saldo oficial de 43 personas muertas en este nuevo genocidio. Ni con Calderón se vieron tantas atrocidades y eso ya es mucho decir.
Hasta el momento, se reconoce que sólo uno de los abatidos era elemento de la Policía Federal.
Los supuestos enfrentamientos habrían ocurrido esta mañana alrededor de las 11:00 horas en la comunidad de Tinaja de Vargas, perteneciente al municipio de Tanhuato que colinda con el estado de Jalisco, zona de frecuente actividad delictiva con presencia del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), de acuerdo con agencia Proceso.
La primera información que circuló en medios consignó que los presuntos sicarios iniciaron las agresiones contra los grupos de federales que patrullaban la zona.
Mientras tanto, en la capital michoacana dos personas fueron halladas con el tiro de gracia en la salida a Mil Cumbres. Y en el municipio de Ecuandureo se registraron más escaramuzas entre federales e integrantes del crimen organizado, según fuentes militares, sin que hasta el momento se haya informado de personas abatidas o heridas.
Esto ya es un genocidio. No hay otra palabra para definirlo. En Tlatlaya fueron 22 civiles asesinados y en Apatzingán 19. En ambos casos se confirmó que estaban desarmados al momento de ser ejecutados por las “fuerzas” del régimen usurpador. Sumen la desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa, secuestrados por policías municipales de Iguala en presencia de federales y elementos del Ejército. Es este régimen el que está asesinando a los mexicanos. ¿Qué estamos esperando para reaccionar? ¿Qué cifra de asesinatos necesita el pueblo para decidirse a ponerle fin al genocidio?
No hay comentarios:
Publicar un comentario