Crece la prostitución en Chihuahua

LA CRÓNICA [ Heidi Rodríguez / Crónica Chihuahua ] Cae la tarde sobre la capital chihuahuense y las calles más recónditas y olvidadas comienzan a tomar vida entre los coqueteos de tacones y vaivenes de minifaldas, como carnada para el mejor postor y con quienes comparten la doble vida que todavía debe llevarse para mantener la compra venta de pieles humanas.

El corredor que las organizaciones no gubernamentales han denunciado, que las sexoservidoras han corroborado y que el Estado poco ha hecho para erradicar, llega a Chihuahua luego de recorrer miles de kilómetros desde Tlaxcala y con destino a Nueva York. Se enclava en lo que antes era el portal más común del arribo de turístico a la entidad, el barrio San Pedro, antigua sede de la primer Central Camionera de la ciudad. Inicia en la avenida Niños Héroes al bajar sobre la calle Décima, en la que abunda una riesgosa variedad, con frondosas mujeres que no pasan de los 20 años, hasta pieles arrugadas y desgastados atributos femeninos por las décadas de servicio a los impulsos sexuales de miles de hombres, quienes necesitan mostrar sus dotes con trajes totalmente trasparentes o senos al aire. A decir de las mismas trabajadoras del lugar, cada vez es más frecuente ver a jovencitas desde los 15 a 17 años de edad, que son atrapadas por el “oficio” facil de conseguir dinero a cambio de su cuerpo.