jueves, 27 de agosto de 2015

Otra reseña más…

En la figura de lo adverso, alcanza David Sánchez triunfal emergencia al infierno • Ahora, hay que esperar la conclusión del proceso que lo enjuicia, donde la “tristumbre, adquirió sentido, por lo vivido”.
Por Mario Ruiz Hernández Claro que, hasta donde se sabe en México, aún no existen aquellos mártires todavía de la democracia, quienes mueren por sus ideales y los propósitos, y que en nada tienen que ver con “homos que los hacen creer de elevada estatura y aún y cuando están en sus peores momentos, llegan a pensar que continúan moviendo multitudes”. En verdad que, no es menor el caso que nos ocupa de Naucalpan y los naucalpenses, y el encarcelamiento del ex alcalde, David R. Sánchez Guevara, es una llamada de atención a otros que andan en “la cuerda floja”. No es por demás, ya lo decíamos en alguna reflexión-el pretender fundar el asunto en el tema político toda vez que las irregularidades, la malversación de fondos y el peculado existen. Sinceramente y para quienes lo seguimos de cerca y de manera fría los comentarios, el señor Sánchez “no era ninguna perita en dulce”, en el nada discreto folio común de su bipolaridad andante. En el acatamiento de las responsabilidades públicas, poco o nada trascendió de buena manera, de buenos principios y de buena conducta. Siempre o casi siempre, pudieron más las frivolidades y la soberbia, que el amor al prójimo, "el Amor a Naucalpan". El contenido del expediente Sánchez Guevara, comenzó desde el primer día de su gobierno, y es obvio que igual, tuviese sus seguidores-a quienes trato bien y le viven agradecidos. “La historia no lo absolverá” paradójica analogía Fidelista en los años cincuenta y que entre muchos polvosos y amarillentos textos, y perdón la referencia irreverente de mi parte, creo jamás volverá a esos felices tiempos de “desmadre.” Practicase pues, minuciosa reseña del enjuiciado en su contra, que seguramente no le dejará dormir al menos en un mes y medio más, viviendo en fría prisión de Santiaguito en Almoloya, en la parte sur de nuestro estado. El mito resuena en esa declaración rara, de ganar ganado, una dos y hasta tres veces, donde hoy la “tristumbre, adquirió sentido, por lo vivido, pero sobre todo, por la ausencia, por los ancestros, los muertos, los orishas, los hijos y los sueños, por la condición humana, por un Dios desmemoriado, por los desprecios, por la lucha y su dolor sin frutos”. De su heroísmo en la derrota, de su lucha sorda e inútil que advertía, salva y condena, según sus filias y fobias políticas, encajó finalmente, la figura de Dante, triunfal en su emergencia al infierno. Los nombres, los rostros anónimos, el pájaro libertario y la rama del lenguaje rota, la palabra que lo nombra y que lo borra al mismo tiempo, lo dejará caer estentóreamente en el silencio absoluto..

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